La Costa Blanca de España es una de las marcas turísticas más visitadas del Mediterráneo, gracias al clima (según la OMS uno de los más agradables del planeta), una buena gastronomía (con la paella como plato bandera) y numerosos atracciones turísticas que van desde bellas playas hasta animadas ciudades. Sin embargo, a la hora de quedarnos con un lugar pintoresco y relajante elegimos un pueblo entre la sierra de Berna y con la Punta del Mascarat como límite; vamos a descubrir qué visitar en Altea.
Highlights
Altea (o Altea la Vieja) es un pueblo típicamente mediterráneo, dividido entre su casco antiguo, conocido como el Fornet, y la ciudad moderna, mientras el turismo se ha encargado de expandir el territorio con zonas residenciales como Altea Hills.
El casco antiguo de Altea la Vieja es la parte más alta del pueblo: un laberinto de calles blancas, decoradas de flores y pintura, con tiendas de productos handmade, restaurantes de coquetas terrazas o bares lounge donde tomar una copa. Estas calles tienen como destino final la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo y el mirador Cronistas, desde el que se visualiza toda la bahía de Altea y los rascacielos de la cercana Benidorm.

Al descender de nuevo por las calles del casco antiguo descubriremos pequeños rincones o miradores como el del Portal Viejo, el cual en verano es ocupado por las mesas de un restaurante, y desde el que se obtiene una vista inmejorable del barrio, las playas y el Peñón de Ifach de la localidad de Calpe a lo lejos.
Una vez hemos visitado el casco antiguo podemos descender hasta el Paseo Marítimo de Altea, a los mismos pies de Altea la Vieja, donde podremos encontrar una gran variedad de restaurantes de todo tipo: desde cocina mediterránea hasta locales que fusionan restauración y arte, como el Grand Café Rouge, recomendado por este autor; todo ello con inmejorables vistas al mar. Una vez hemos tomado un bocado, nada mejor que disponerse a descubrir el arte de la ciudad, por no hablar de sus encantos naturales.
Arte y museos de Altea
Altea es un lugar que durante varias generaciones ha acogido a pintores y artistas de todas las épocas, tales como el escritor Rafael Alberti o Vicente Blasco Ibáñez. Un ambiente que sigue respirándose en cada una de sus calles mediante, por ejemplo, sus artesanos y negocios, que van desde lámparas handmade hasta joyas fabricadas con coral, ropa reciclada o vestidos de alta costura; arte que adquiere su máximo exponente en el Mercado que se celebra el martes.
Por otra parte, Altea habilita dos rutas para desentrañar algunos de los espacios recién enunciados y que forman parte de un circuito para descubrir a sus muchos pintores y galerías de arte (como el taller Rico & Nuño) rodeando todo el pueblo, y una segunda para los artesanos.
Respecto a los museos, Altea posee una amplia selección de centros relacionados con el mar y la artesanía: el Museo del Mar se sitúa en un pequeño local donde tienen cabido un astillero y otras muestras de la relación entre pueblo y mar mediante su actividad pesquera, o el arte o el museo Navarro Ramón en la misma Casa de la Cultura de la ciudad.
Encanto natural de Altea
Altea no sólo es arte y cultura, algo que queda demostrado gracias a sus increíbles playas de guijarros combinadas con otras de arena blanca. La Playa de la Roda de Altea es la que baña el casco antiguo y los restaurantes del paseo marítimo, mientras al sur encontramos Cap Blanc, condecorada varios años con el galardón Bandera Azul, y al norte Cap Negret, la cual finaliza en la Cala del Soyo, muy poco transitada y adecuada para quienes busquen algo de intimidad, si bien ciertas temporadas las algas dominan parte de la ensenada.
El telón de fondo de Altea es la Sierra de Berna, ideal para diversas rutas de hiking a través de sus túneles, pueblecitos blancos, o especialmente hasta Fonts de l'Algar, un conjunto de cascadas y piscinas naturales en medio de bosques mediterráneos y a 5 km de Altea; un sinfín de opciones para disfrutar de la naturaleza. Para los más cómodos, siempre queda una jornada en el Club de Golf Don Cayo.
Altea es una opción ideal para quienes se dejen caer por las maravillas de la Costa Blanca, en España. Una cena junto al Mediterráneo, compras de arte y moda hippy chic, baños en calas escondidas o fuentes naturales de agua dulce, etc...Y esto es tan sólo el principio, pues la provincia de Alicante tiene muchos otros atractivos preparados para ti.
¿Cuál es tu lugar de veraneo favorito en España? ¿Habías oído hablar de Altea?