Las lecciones de "Desayuno en Tiffany's" te convertirán en una mujer más poderosa, mira por qué
Desayuno en Tiffany's es un clásico de la literatura y del cine. Toda mujer que no haya dedicado una tarde completa para mirarla y analizar sus mensajes (y tal vez llorar) se está perdiendo de una increíble experiencia. Es imposible no adorar a su protagonista, Holly Golightly, quien además de ser un ícono de belleza y moda que jamás perderá vigencia, también nos demuestra que las mujeres somos fuertes y podemos cuidarnos nosotras solas.
Por eso, si quieres convertir un mal día en uno bueno o simplemente sacar lo mejor de una tarde lluviosa, es una excelente recomendación sentarte frente al televisor y dejarte llevar por su magia, mientras aprendes las siguientes lecciones...
Busca la aventura

A pesar de que Holly parece estar un poco confundida, siempre tiene ideas maravillosas e intenta salir con frecuencia de su zona de confort. Y es que la mejor manera de aprender y crecer como persona es probando experiencias nuevas; algunas podrán ser desafiantes, pero al final nos permitirán superar los temores.
No pertenecemos a nadie

Este puede ser un mensaje un tanto duro, especialmente cuando Holly se lo dice a Fred. Pero tener presente que somos seres independientes y que ser felices depende de nosotros nos permite apreciar mejor a otras personas y también a nosotros mismos.
Algunas más y otras menos, pero todas las mujeres necesitamos tener nuestro espacio. Holly es un gran ejemplo: si bien disfrutaba de la compañía, los momentos con ella misma eran sagrados.
Todo está en los detalles
Durante toda la historia, Holly encuentra su felicidad en comer croissants, beber café y estar horas frente a las vidrieras de su joyería favorita. De eso se trata: disfrutar de los momentos simples que tanto amamos.
Tu mascota puede ser tu mejor amigo
No importa si no tienes dinero o empleo: tu mascota siempre estará a tu lado para acompañarte y darte fuerzas, su amor es incondicional.
El dinero no hace la felicidad
Al principio, Holly tiene la idea de que con un marido millonario será muy feliz. No obstante, al final de la película se da cuenta de que el amor de una persona es lo que verdaderamente la hace sentir bien y completa, sin importar cuánto dinero tenga.
Las mujeres no necesitan ayuda
Además de mostrarse muy independiente a lo largo de toda la historia, Holly prueba que las mujeres somos muy poderosas y podemos conseguir todo lo que nos propongamos por nosotras mismas.
Nueva York es el mejor lugar
Si bien hay muchos otros lugares increíbles en el mundo, toda mujer se enamora de Nueva York cuando la conoce: ¡es imposible resistirse!
Somos muy autocríticas
La mayoría de nosotras tenemos el hábito de ser muy críticas y exigentes con nosotras mismas. Nunca conformes con nuestro aspecto, siempre encontramos algo para cambiar y a veces nos comparamos con los demás.
A Holly pocas veces le gustaba cómo se veía en el espejo, pero no caben dudas de que no podía verse mejor.
Está bien sufrir (a veces)
La vida no solo es alegría pura, sino que a veces nos vemos obligados a enfrentar situaciones dramáticas y tristes para valorar más los buenos momentos. Son parte de la vida y Holly comprueba que a pesar de que no todo es color de rosas necesitamos levantarnos y seguir andando.
Si todavía no tuviste el placer de deleitarte con esta historia tan particular e inigualable, tal vez como mujer es una necesidad que te encantará satisfacer.
Si todavía no la viste, ¡hazlo ya mismo!