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La ciudad medieval de Rocamadour

22 Mar 2013 – 01:32 AM EDT
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La ciudad medieval de Rocamadour, o Roca de San Amador, se halla situada en el Cantón de Gramat, ubicada en la orilla derecha de la altísima garganta formada por el Río Alzou, tributario del Dordogne, dentro del Departamento de Lot en el suroeste de Francia.

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El Alzou alguna vez alimentó molinos con su gran caudal de agua y en las cercanías, tras un corto trayecto a pie, se pueden visitar las ruinas del Moulin du Saut.

Nuestra Señora de Rocamadour

Se entra a la ciudad por la Puerta de Figuier y por la Calle de la Couronnerie se arriba a una monumental escalera de 233 peldaños mediante  la cual se asciende hacia el corazón de Rocamadour.

La altura de  los farallones rocosos labrados por el río varía entre los cien y los cuatrocientos metros sobre el nivel del mar y en sus laderas se fueron construyendo a lo largo de los siglos varios templos religiosos.

Allí se alza el Santuario de la Bendita Virgen María que lleva cientos de años recibiendo peregrinos de los más alejados países y personalidades del mundo entero. Un relato nos cuenta que la imagen de madera de la Virgen Negra que está en la Iglesia de Nuestra Señora de Rocamadour (que data del siglo XV) fue tallada por el propio San Amador.

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Santos y héroes

A la comunidad de monjes benedictinos pertenece la pequeña Iglesia de San Miguel del siglo XII; por debajo de ella hay una terraza, bautizada como Meseta de San Miguel en una de cuyas rocas se puede ver incrustado un fragmento de la famosa espada Durandal, que Carlomagno le obsequiara al héroe local Roland.

La Iglesia de Saint Sauveur está cubierta de pinturas e inscripciones en recuerdo de los peregrinajes y la Iglesia Subterránea de San Amador guarda varias reliquias del santo.

En lo alto, protegiendo a los diferentes santuarios, se levanta el castillo-fortaleza que fue erigido en la Edad Media para cuidar de ellos.

El pueblo situado bajo el complejo monástico y las iglesias depende principalmente del comercio con los turistas y peregrinos (un millón y medio por año) que llegan hasta allí y se ha hecho famoso por un queso de leche de cabra elaborado en la región al que se le dio el nombre de Rocamadour y que todos los visitantes quieren probar y comprar para llevar de regreso a sus hogares.

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Otras de las especialidades culinarias son el cordero y el pato preparados de diferentes maneras aunque todas por demás deliciosas.

Historia, religiosidad y la mejor hospitalidad francesa hacen que esta ciudad sea la elegida por tantas personas de todo el planeta para pasar unas inolvidables vacaciones.

¿Qué les parece Rocamadour? ¿Visitarían esta ciudad medieval?

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