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Gruyères, una ciudad medieval en los Alpes Suizos

12 Feb 2013 – 04:24 AM EST

La hermosa ciudad medieval de Gruyères, con ochocientos años de historia, está ubicada en el Cantón de Friburgo, Distrito de Gruyère, en Suiza, a una altitud de poco más de ochocientos metros sobre el nivel del mar, ocupando una superficie de casi treinta kilómetros cuadrados que parecen extraídos de un libro de cuentos.

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Castillos que ahora son museos

Toda la zona es espectacular, enclavada en los pre Alpes y con el corto pero caudaloso Río Saane (o Sarine, que nace en el Paso de Sanetsch y desemboca en el Río Aar, tras recorrer 126 kilómetros a través de los condados de Berna, Friburgo y Vaud) deslizándose a través de ella, y en lo alto uno de los más grandes y bien conservados castillos de Suiza en el que funciona hoy en día un importante museo.

El edificio data del siglo XIII, pero fue transformándose con el correr del tiempo pasando de ser una simple fortaleza a transformarse en una mansión señorial rodeada por los jardines más bellamente cuidados del mundo entero.

En otro castillo cercano, el de Saint Germain, funciona el Museo Giger, donde se exhibe la maravillosa obra del creador de los aterradores extraterrestres de la saga cinematográfica Alien. Y en el centro mismo de la ciudad, en medio de un ambiente apacible puesto que no está permitida la entrada del tránsito a ella, está el Museo del Tibet, donde podemos apreciar  magníficas pinturas y esculturas de aquella inhóspita región del planeta dominada por los Montes Himalaya.

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El hogar de los quesos Gruyère

Otro bello lugar para visitar es el Lago de la Gruyère, de unos diez kilómetros cuadrados, formado a raíz de la construcción de un embalse ( Represa de Rossens) con forma de arco para aprovechar la energía hidroeléctrica de las aguas del Río Saane; en la Isla de Ogoz,  que se eleva sobre el lago, hay una pequeña capilla y pueden verse las ruinas del Castillo de Pont.

Una maravilla de la arquitectura moderna, el Viaducto de Lac de Gruyère, con un largo de más de dos kilómetros, cruza tres valles y dos brazos del lago, sumando su esbelta figura a la belleza natural del entorno.

Y, desde luego, nadie tiene permitido partir sin probar la especialidad gastronómica de la ciudad, el exquisito queso Gruyère; mediante visitas guiadas se accede a los establecimientos elaboradores, donde se da un paseo observando el cuidadoso método de fabricación y se procede luego a degustarlo, generalmente acompañado de los no menos famosos vinos de la comarca.

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Gruyères asombrará nuestros ojos en cuanto a lo espectacular de sus paisajes; su cultura, su arte culinario y la paz que en ella se respira atraparán al resto de nuestros sentidos.

¿Qué les parece Gruyère? ¿Conocían sobre la zona?

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