Ciencia y Tecnología

Grandes científicos: Carlos Juan Finlay

3 Dic 2013 – 04:55 PM EST

El 3 de diciembre es, en gran parte de América Latina, el día del médico, en honor al nacimiento de Carlos Juan Finlay. Este médico nació en 1833 en Camaguey, Cuba; y conocido por ser el primero en decir que la fiebre amarilla era transmitida por un mosquito, teoría que fue confirmada en 1900 por el cirujano estadounidense Walter Reed. También hizo contribuciones para comprender el cólera y el tétanos.

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Vida de Carlos Juan Finlay

Carlos Juan Finlay fue uno de los siete hijos de un médico escocés, y pasó su primera infancia en una plantación de café de la familia. Fue educado por su tía paterna, que había tenido una escuela en Escocia.

En 1844, fue a Paris a recibir su educación formal, pero dos años después tuvo que regresar a Cuba por un ataque de corea –una enfermedad en la que se contraen espasmódicamente los músculos faciales y las extremidades–. En 1848 regresó a Europa, pero los problemas políticos lo llevaron esta vez a Inglaterra. Allí sufrió la fiebre tifoidea, que interrumpió sus estudios por segunda vez. Ya en Cuba intentó cursar en la Universidad de La Habana, pero no pudo revalidar los créditos europeos y finalmente estudió en el Jefferson Medical College de Filadelfia.

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Allí se hizo amigo de John Kearsly Mitchell, defensor de la teoría de los gérmenes como causantes de enfermedades. En 1855, finalmente se recibió como médico, y volvió a La Habana a trabajar con su padre.

En 1865, se casó con Adela Shine Finlay y tuvieron tres hijos. Siempre fue una familia muy querida y él siempre tuvo una excelente reputación.

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Por su trabajo en el área de la medicina, Finlay fue honrado en 1902 en Cuba como Jefe de Sanidad de la República y Presidente de la Comisión Superior de Sanidad.

Finlay murió a los 82 años, en 1915.

Descubrimientos científicos de Carlos Juan Finlay

Finlay comenzó trabajando con su padre, con quien hizo viajes por toda América del sur para tratar diversidad de enfermedades. Ahí se interesó por la fiebre amarilla, una enfermedad que era endémica en ese momento, pero siguió sus estudios por otro lado.

Entre 1860 y 1870 volvió a haber un brote de fiebre amarilla, y en sus observaciones se dio cuenta de que la enfermedad parecía ser transmitida de una persona a la otra. Finalmente, se dio cuenta de que la enfermedad se transmitía por la  picadura de un mosquito. Dio conferencias sobre ello en un momento en que la teoría de los gérmenes comenzaba a ser más aceptada en el mundo científico, y la idea fue bien recibida.

En junio de 1881, comenzó una serie de pruebas que demostraran la teoría: dio sangre de personas infectadas por fiebre amarilla a Aedes Aegyptis en cautiverio y luego hizo que algunos voluntarios fueran picadas por estos mosquitos para ver si se podía inocular el virus de una forma leve para generar inmunidad en los infectados.

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Cuando estalló la Guerra Hispano-americana, tuvo la posibilidad de utilizar a soldados como prueba, con lo que consiguió suficientes pruebas para probar su teoría. Si bien sus pruebas no eran concluyentes, sí sentó las bases para un futuro no tan lejano.

Años después, cuando la tasa de mortalidad infantil por tétanos era muy elevada, analizó los trozos de algodón que se utilizaban para atar los cordones umbilicales de los recién nacidos y encontró allí la bacteria causante de la enfermedad. De esta forma, implantó un nuevo proceso de esterilización que redujo la enfermedad a la mitad. También investigó sobre el cólera y escribió numerosos libros sobre patología y terapéutica.

¿Conocías la vida y obra de Carlos Juan Finlay? ¿Crees que sus aportes han sido importantes para nuestra vida?

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