Quien haya tenido la oportunidad de ver en vivo un gorila o un orangután, los primates más grandes de la Tierra a día de hoy, estará de acuerdo con nosotros en que son animales realmente imponentes y que provocan verdadero respeto. Sin embargo, estas criaturas se quedan muy pequeñas ante un ancestro ya extinto del que queremos hablarte hoy, el Gigantopithecus o "Simio Gigante”.
¿Cómo se descubrió al gigantopithecus?
El simio gigante o gigantopithecus, cuyo nombre completo es Gigantopithecus blacki, fue descubierto por casualidad en 1935 por el paleontólogo holandés Gustav Heinrich Ralph von Koenigswald, quien visitaba una tienda de productos medicinales en China y detectó un molar muy extraño. Al preguntar de que animal era, le informaron que este diente era muy común en la medicina tradicional china y era conocido como "diente de dragón".
Esta pieza despertó rápidamente el interés de los paleontólogos, quienes profundizaron en las investigaciones y llegaron a determinar que se trataba del molar de un simio que debió tener proporciones enormes, lo cual fue corroborado luego por el hallazgo de algunos fragmentos de mandíbulas y otros centenares de dientes. Por ello, su nombre significa literalmente “mono gigante”.
Características del Gigantopithecus blacki
Sin dudas, la característica más asombrosa de este animal era su tamaño, el cual según las reconstrucciones realizadas por los científicos debió medir unos 3 metros de altura y pesar unos 540 kilogramos de peso. Al parecer, vivió en las regiones boscosas de China, India y Vietnam, hasta hace unos 100 000 años atrás, por lo que debió convivir con nuestros antepasados humanos.
Aunque el registro fósil de la mayor parte de su cuerpo es escaso, la mayoría de los estudiosos afirman que debió ser una especie muy similar a los grandes simios actuales, sobre todo al orangután, y que debió desplazarse como estos de forma cuadrúpeda.
No obstante, una de las teorías que tiene en cuenta el ensanchamiento de las mandíbulas en su parte trasera, similar a lo que ocurre en los humanos, afirma que esto pudo estar condicionado por un andar bípedo, lo cual sería sin dudas la mejor representación posible del famoso Yeti del Himalaya, ¿no crees?
De hecho, no pocos afirman que la mítica criatura podría pertenecer a una pequeña población de Gigantopithecus que quedaría aún subsistiendo en las zonas más recónditas de esta inmensa cordillera asiática.
¿Por qué se extinguió este animal?
Aunque no conocemos las causas reales de la extinción del gigantopithecus a ciencia cierta, se han debatido varias hipótesis teniendo en cuenta el período en que vivió y los cambios que sucedieron en la Tierra en ese entonces. Ello ha permitido especular hasta ahora que los cambios climáticos pudieron ser la razón principal, aunque no se descarta una posible influencia del ser humano en la reducción de sus poblaciones, particularmente debido a la competencia por los recursos.
Un estudio reciente ha descubierto además que las características de la dentición de este simio cambiaron significativamente entre los restos más antiguos y los más recientes, lo cual refleja un cambio importante en su dieta a lo largo del tiempo, muy probablemente debido al enfriamiento del clima. El frío debió reducir de forma importante las extensiones de los bosques de bambú, su dieta principal, por lo que el primate gigante se vio obligado a consumir frutas y otros vegetales menos apropiados y nutritivos para ellos, llevándolos a una situación límite que terminó por llevarlos a la extinción, según los científicos.
¿Habías escuchado alguna vez la existencia de este gigantesco primate? ¿Sabes quién fue Copito de nieve, el gorila albino?