A más de 3.700 kilómetros de la comuna de Caldera, en Chile, reside la famosa Isla de Pascua, uno de los rincones insulares más misteriosos del mundo, especialmente por esas casi 900 figuras talladas llamadas moais que salpican toda la isla. Unos anfitriones cuya elaboración es aún un gran misterio para muchos y que se convierte en la mejor herencia de la etnia Rapa Nui, los únicos que, hasta hoy día, saben cómo se construyeron los moais de Isla de Pascua.
El gran misterio del Pacífico
Se cree que la tribu Rapa Nui llegó a Isla de Pascua en torno al siglo V d.C. Durante siglos, la etnia se dividió en numerosas jerarquías, especialmente los Orejas Largas, la clase de mayor poder, y los Orejas Cortas, ambas acechadas por una sobrepoblación que estalló en numerosas guerras tribales entre los siglo XVII y XVIII. Este período de conflictos coincidió con la llegada de un explorador holandés, Jack Roggeveen, el primer occidental que pisó la isla un 5 de abril de 1722, un Domingo de Pascua. Lo que este hombre encontró en la isla aún hoy sigue siendo un misterio.
887 estatuas se encuentran salpicadas por toda la isla, orientadas hacia el interior de la misma. La estatua más alta, Paro, alcanza los 10 metros. Otros 400 moais han sido encontrados en las laderas e interior del cráter del volcán Rano Raraku, por lo que la procedencia de estas figuras apunta a una elaboración mediante roca extraída de la toba volcánica y tallada con herramientas de contenido también volcánico similar al vidrio.
La gran incógnita de los moais
El enigma llega cuando los expertos comenzaron a preguntarse cómo los Rapa Nui eran capaces de transportar rocas de 75 toneladas hasta los diferentes lugares de la isla. En un principio se estimó la posibilidad de la fuerza humana como único modo de mover las estatuas. Poco después los especialistas, que además encontraron máquinas propicias enterradas en la isla, creyeron que los lugareños habían empleado cuerdas y trineos de madera. La última y más posible hipótesis demuestra que los Rapa Nui pudieron, simplemente, hacer uso de las cuerdas y ciertos movimientos coreografiados para hacer "andar a las estatuas".
Muchos de los moais de Isla de Pascua se encuentran situados sobre plataformas llamadas ahu, construidas con miles de piedrecitas volcánicas, mientras que algunos, aquellos de construcción más avanzada, también lucen extraños "sombreros" llamados pukao. El objetivo de los moais apunta a motivos ceremoniosos y de homenaje a los ancestros, siendo también considerados como material de ciencia ficción para muchos filósofos que aseguran que las estatuas son obra de los extraterrestres. Y es que, como muchos sabemos, un misterio no es lo mismo sin las teorías espaciales de turno.
La construcción de los moais de Isla de Pascua es, aún en pleno siglo XXI, uno de los grandes misterios de la humanidad. Las teorías cada vez parecen acercarse más a la verdad que aún sólo conocen los Rapa Nui que hicieron suya esta isla perdida y nos legaron unos visitantes que, ante todo, nunca dejan de mirar al cielo.