
A cualquier persona le bastaría observar a los osos polares para saber que se resguardan de las bajas temperaturas usando su grueso y felpudo pelaje. Sin embargo, la explicación no es tan sencilla como podríamos suponer, más bien ha sido objeto de debate entre los científicos. Te invito a conocer algunas teorías científicas que responden a cómo los osos polares sobreviven al frío.
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Pelos que funcionan como cables de fibra óptica

Luce inverosímil, pero una de las teorías que se han manejado para explicar los mecanismos de calentamiento de los osos polares es la idea de que cada pelo funciona como un cable de fibra óptica, una estructura tubular por la cual se absorben los rayos solares directamente al cuerpo del plantígrado. Actualmente ha perdido apoyo entre los expertos.
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El calor corporal irradia a través de la piel
Los científicos coinciden en que el gran pelaje de los osos posee poros que atrapan las burbujas de aire que hay en el ambiente, convirtiéndose en capas protectoras de cualquier elemento, el frío entre ellos. Pero ha sido descubierto otro mecanismo de aislamiento térmico. Al parecer el calor corporal irradia a través de la piel, en forma de ondas, reflejándose en toda la capa de pelo.
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Radiación termal en la piel del oso polar
Siempre se ha creído que la temperatura en la piel del oso polar se transmite usando dos de los mecanismos básicos de transferencia de calor: conducción (el calor se trasmite entre dos superficies que están en contacto) y convección (se produce un movimiento de calor en los líquidos y los gases).
Sin embargo, los científicos han hallado que la trasmisión en estos mamíferos se hace apelando al tercer tipo de mecanismo de transferencia: la radiación termal. La radiación es un energía que se libera en forma de ondas electromagnéticas.
El pelaje del oso absorbe y emite calor radiactivo en forma de ondas, que se transmiten aleatoriamente por toda la superficie epidérmica. No es el contacto con el calor del sol lo que le permite al oso polar sobrevivir al frío, sino su capacidad de retener los rayos infrarrojos. Por eso es que, aunque sea de noche, estos animales no se distinguen contra el fondo.
Los osos polares no son los únicos animales que sobreviven al frío gracias a estos mecanismos adaptativos, los zorros y los conejos, así como otros mamíferos del Ártico utilizan las mismas estrategias. Así es como la vida ha logrado imponerse en lugares tan inhóspitos de nuestro planeta.