Ask Betty, el primer servicio mecánico exclusivo para mujeres: ¿un servicio a favor de la igualdad?

Muchas somos las que hemos despotricado contra la sociedad machista en la que vivimos, en particular (por ejemplo) cuando nos sentamos detrás de un volante. El reino del manejo es un mundo en el que aparentemente las mujeres no tenemos cabida y “no sabemos de lo que hablamos”.

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Es tan marcada la diferencia que terminan siendo los hombres los encargados del mantenimiento de los autos o de llevarlos al mecánico.

Frente a esta realidad, precisamente, surgió Ask Betty, el primer servicio mecánico para automóviles del país diseñado para atender las necesidades de la mujer.

Un servicio exclusivo

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Con una iniciativa original, Ask Betty propone solucionar los problemas del auto al tiempo que ofrece otros servicios para sus clientas: un espacio de relax, servicio de peluquería, manicura, cafetería, guardería...

Con un servicio de 24 horas, con lavado, gomería, mecánica automotriz y servicio de emergencia para el auto, busca ofrecer soluciones prácticas para las mujeres, con servicios pensados exclusivamente para ellas.

¿Estamos en el camino correcto a la igualdad?

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En el momento que me enteré de este servicio dos cosas surgieron en mi mente. Primero: “¡Qué bueno que exista un lugar exclusivo para nosotras en este ámbito tan machista!”. Segundo: “¿No estaremos separando los géneros cada vez más con este tipo de espacios?”.

Seguro muchas mujeres nos sentimos atraídas por ese diferencial, por poder consentirnos mientras nos arreglan el auto y no tener que soportar los comentarios machistas del mecánico o su risa burlona por "nuestra falta de conocimiento".

¿Pero no estamos fomentando la desigualdad? Separar cada vez más los géneros no ayuda a lograr una sociedad inclusiva e igualitaria.

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Respaldando estereotipos

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No cabe dudas de que la empresa apuntó a un público objetivo que no había sido tenido en cuenta por nadie más y que esta es una gran estrategia.

Pero en esta estrategia creo que también se cae en el estereotipo de que a las mujeres no entendemos de mecánica y solo nos importa nuestra apariencia. Por este motivo, considero que este tipo de lugares, en el fondo, no contribuyen a cambiar la visión de la sociedad, sino que remarcan cada vez más las diferencias. 

Me gustaría ver un servicio en el que mujeres y hombres por igual pudieran disfrutar del tiempo de espera con actividades recreativas o propuestas diferentes, sin tener que remarcar una vez más la diferencia de género.

Yo quiero una sociedad inclusiva, ¿y vos?