Turbo, el último refugio de la migración cubana en Sudamérica

En este pueblo costero colombiano quedaron varados cientos de cubanos cuando se les cerraron las fronteras de Panamá, que cruzarían para llegar a Estados Unidos. Ahora, el gobierno de Juan Manuel Santos amenaza con deportarlos. Tras el ultimátum, muchos han abandonado el albergue y se arriesgan a continuar su camino al norte, ahora a través de la selva.

Una madre con su hijo en el albergue de Turbo.
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Una madre con su hijo en el albergue de Turbo.
Imagen Tomás Ayuso / Univision Noticias

El pueblo costero de Turbo, en Colombia, nunca había recibido a tanta gente al mismo tiempo. Centenares de cubanos se quedaron varados en este punto de Antioquia luego del inesperado cierre de la frontera hacia Panamá el pasado mes de mayo, que les bloqueó su camino a Estados Unidos.

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Ellos mismos decían ser 2,400. El censo oficial más reciente calculó que superaban los 1,200 y la oficina de migración de Colombia contaba 900.

Por la caridad de un desconocido, más de 400 se refugiaron en una bodega en Turbo que convirtieron en albergue. Allí compartían cuatro baños portátiles, dormían en colchonetas en el piso o en camarotes improvisados. Se bañaban con el agua del mar. Los que no lograron vivir en el albergue, construyeron otros refugios con plástico y madera o pidieron prestados los patios de casas vecinas para acomodarse. Todos vivían bajo un mismo temor: la deportación.

Esto era así hasta la semana pasada cuando las autoridades migratorias les dieron de tres a 10 días para solicitar su deportación voluntaria; si no la aceptan serán sacados del país a la fuerza. El ultimátum empujó a muchos a cruzar la selva del Darién, un camino entre Colombia y Panamá lleno de peligros y leyendas.

Esta oleada de cubanos en Turbo es uno de los remanentes de la crisis migratoria que estalló a finales del 2015, cuando el gobierno de Nicaragua decidió cerrar su frontera con Costa Rica, dejando varados a miles de cubanos que trataban de alcanzar EEUU por vía terrestre desde Ecuador.

El flujo de esos inmigrantes a Ecuador, que hasta entonces era uno de los pocos países que no les exigía visa, aumentó tras el anuncio del deshielo de las relaciones entre EEUU y Cuba por el temor a una posible eliminación de la Ley de Ajuste Cubano que les otorga beneficios migratorios.

La situación en Centroamérica se destrabó con la puesta en marcha de puentes aéreos –primero desde Costa Rica y después desde Panamá– para que los cubanos alcanzaran suelo estadounidense a través de México.

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Pero las fronteras, que hasta entonces habían sido más porosas, se les fueron cerrando a los cubanos.

Estas son las historias de algunos de esos cubanos.

Hernán Peña fumando detrás del albergue. Días antes de que su mamá muriera, maldijo a los Castro por haber traicionado el espíritu de la revolución y le imploró a su hijo que se marchara de Cuba. Cuando llegó a Turbo, Peña intentó cruzar la selva panameña junto a otros ocho cubanos sin éxito. Un campesino lo encontró solo, delirante y deshidratado. El resto del grupo se separó y no se han vuelto a ver. Luego de contar su historia, dice: "La selva, mi hermanito, es el infierno". 
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Hernán Peña fumando detrás del albergue. Días antes de que su mamá muriera, maldijo a los Castro por haber traicionado el espíritu de la revolución y le imploró a su hijo que se marchara de Cuba. Cuando llegó a Turbo, Peña intentó cruzar la selva panameña junto a otros ocho cubanos sin éxito. Un campesino lo encontró solo, delirante y deshidratado. El resto del grupo se separó y no se han vuelto a ver. Luego de contar su historia, dice: "La selva, mi hermanito, es el infierno".
Imagen Tomás Ayuso /Univision Noticias
Kelis Álvarez Torres, de 29 años, huyó de Cuba luego de hartarse de una vida sin libertades: "Se nos ha privado de todo y yo juré que me iba a liberar". Llegó primero a Ecuador, donde asegura que fue víctima de xenofobia y discriminación, algo que nunca vivió en su isla. Ahora, varada en Turbo con sus dos hijos y acompañada de su madre, Álvarez pide al gobierno de Colombia que reconsidere las deportaciones: "Somos seres humanos buscando nuestra libertad, nada más."
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Kelis Álvarez Torres, de 29 años, huyó de Cuba luego de hartarse de una vida sin libertades: "Se nos ha privado de todo y yo juré que me iba a liberar". Llegó primero a Ecuador, donde asegura que fue víctima de xenofobia y discriminación, algo que nunca vivió en su isla. Ahora, varada en Turbo con sus dos hijos y acompañada de su madre, Álvarez pide al gobierno de Colombia que reconsidere las deportaciones: "Somos seres humanos buscando nuestra libertad, nada más."
Imagen Tomás Ayuso / Univision Noticias
Cae la noche en el barrio Obrera, en el puerto de Turbo. Allí, un grupo de inmigrantes cubanos usa el wifi para buscar información sobre la posible deportación planeada por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Luego de que las fronteras se fueron cerrando desde México hasta Panamá, el flujo migratorio cubano se ha rebalsado hacia este pueblo. La amenaza de la deportación y de que eventualmente sea blindado también este paso está forzando a los cubanos a cruzar la peligrosa frontera selvática entre Panamá y Colombia. 
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Cae la noche en el barrio Obrera, en el puerto de Turbo. Allí, un grupo de inmigrantes cubanos usa el wifi para buscar información sobre la posible deportación planeada por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Luego de que las fronteras se fueron cerrando desde México hasta Panamá, el flujo migratorio cubano se ha rebalsado hacia este pueblo. La amenaza de la deportación y de que eventualmente sea blindado también este paso está forzando a los cubanos a cruzar la peligrosa frontera selvática entre Panamá y Colombia.
Imagen Tomás Ayuso / Univision Noticias
Juan Enrique Galtier condena al régimen de los Castro por haber acabado con Cuba. Se considera su víctima y asegura que no quiere saber nada de la isla caribeña. Él creció escuchando la retórica anti-estadounidense. Ahora su meta, y la de los inmigrantes cubanos en Turbo, es llegar a Estados Unidos y ganar suficiente dinero para sacar al resto de su familia. "Si de los cubanos fuera la decisión de irse o quedarse, Cuba se queda vacía", asegura.
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Juan Enrique Galtier condena al régimen de los Castro por haber acabado con Cuba. Se considera su víctima y asegura que no quiere saber nada de la isla caribeña. Él creció escuchando la retórica anti-estadounidense. Ahora su meta, y la de los inmigrantes cubanos en Turbo, es llegar a Estados Unidos y ganar suficiente dinero para sacar al resto de su familia. "Si de los cubanos fuera la decisión de irse o quedarse, Cuba se queda vacía", asegura.
Imagen Tomás Ayuso / Univision Noticias
Nelson Martínez está decidido a llegar a Estados Unidos. La negativa contundente de la Cancillería colombiana para darle a los cubanos un salvoconducto que les permita cruzar hacia ese país, lo convenció de que continuará su ruta hacia el norte a través del camino del Darién, un pasaje selvático panameño plagado de peligros. Ya en otro intento anterior fue detenido y golpeado por guarda costas de las Bahamas. Por experiencias como esa, se siente envalentonado.
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Nelson Martínez está decidido a llegar a Estados Unidos. La negativa contundente de la Cancillería colombiana para darle a los cubanos un salvoconducto que les permita cruzar hacia ese país, lo convenció de que continuará su ruta hacia el norte a través del camino del Darién, un pasaje selvático panameño plagado de peligros. Ya en otro intento anterior fue detenido y golpeado por guarda costas de las Bahamas. Por experiencias como esa, se siente envalentonado.
Imagen Tomás Ayuso / Univision Noticias
Un corte de cabello y una afeitada en el campamento improvisado por los inmigrantes cubanos recién llegados a Turbo, en Colombia. Entre la angustia y la ansiedad de la posible deportación, distintas expresiones de cotidianidad aparecen en las cercanías del albergue: puntos de manicure, barbería, internet, cocina, entre otros.
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Un corte de cabello y una afeitada en el campamento improvisado por los inmigrantes cubanos recién llegados a Turbo, en Colombia. Entre la angustia y la ansiedad de la posible deportación, distintas expresiones de cotidianidad aparecen en las cercanías del albergue: puntos de manicure, barbería, internet, cocina, entre otros.
Imagen Tomás Ayuso / Univision Noticias
Cuando partió de Cuba, Michael Cruz Estevez llegó a Venezuela, pero allí se encontró una situación aún más precaria que la que había dejado en la isla. La escasez, apagones y la represión en Caracas lo movilizaron a emprender una nueva ruta, ahora hacia Estados Unidos. Desde su choza en Turbo, que construyó y comparte con otras 5 personas, Cruz Estevez hace un llamado a los cubanos para que actúen contra el régimen de los Castro: "Nuestro temor ha terminado. Nosotros, los cubanos, nos vamos a levantar como lo están haciendo los venezolanos. Hemos perdido tanto que hemos perdido el miedo".
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Cuando partió de Cuba, Michael Cruz Estevez llegó a Venezuela, pero allí se encontró una situación aún más precaria que la que había dejado en la isla. La escasez, apagones y la represión en Caracas lo movilizaron a emprender una nueva ruta, ahora hacia Estados Unidos. Desde su choza en Turbo, que construyó y comparte con otras 5 personas, Cruz Estevez hace un llamado a los cubanos para que actúen contra el régimen de los Castro: "Nuestro temor ha terminado. Nosotros, los cubanos, nos vamos a levantar como lo están haciendo los venezolanos. Hemos perdido tanto que hemos perdido el miedo".
Imagen Tomás Ayuso / Univision Noticias
Reidiel Rodríguez sentado en su catre en el albergue. Cuenta que allí todo funciona con voluntariado. Los inmigrantes se presentan para limpiar los baños, preparar la comida y mantener el espacio. Él, como todos, busca un mejor futuro para su familia, algo que, asegura, ya era imposible en Cuba. Rodríguez cuenta que emigró de su isla porque perdió la esperanza de que las cosas mejoraran cuando vio la reacción negativa de los Castro por la reciente visita de presidente Barack Obama.
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Reidiel Rodríguez sentado en su catre en el albergue. Cuenta que allí todo funciona con voluntariado. Los inmigrantes se presentan para limpiar los baños, preparar la comida y mantener el espacio. Él, como todos, busca un mejor futuro para su familia, algo que, asegura, ya era imposible en Cuba. Rodríguez cuenta que emigró de su isla porque perdió la esperanza de que las cosas mejoraran cuando vio la reacción negativa de los Castro por la reciente visita de presidente Barack Obama.
Imagen Tomás Ayuso / Univision Noticias

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