Donald Trump no se ha pasado de la raya, según expertos en libertades civiles

Lo que algunos consideran una retórica xenófoba está dentro del derecho a la libertad de expresión, pese a que esté teniendo relación con el aumento de la intolerancia y los grupos de odio en Estados Unidos.

Donald Trump
Donald Trump
Imagen RHONA WISE/AFP/Getty Images

LOS ÁNGELES, California.- Pese a las declaraciones ofensivas que Donald Trump ha hecho en contra numerosos colectivos, desde mujeres a mexicanos y musulmanes, y el ascenso de los actos xenófobos motivados, según los expertos, por el discurso del odio que fomenta el aspirante a presidente de Estados Unidos, lo cierto es que el magnate está actuando dentro de los márgenes de la ley.

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Peter Eliasberg, abogado de la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU), explicó que la dialéctica del aspirante presidencial no ha cruzado los límites legales de la libre expresión, incluso aunque parezca alimentar la furia de algunos de sus seguidores.

“Hasta este punto", aseguró Eliasberg, "por los discursos que he analizado, Donald Trump no se ha pasado la raya”.

Las protecciones legales de la libertad de expresión son muy amplias, mientras que los recursos para demandar por difamación o incitación a la violencia son muy estrechos, dijo el especialista en asuntos relacionados con la Primera Enmienda.

El clásico chivo expiatorio

“El discurso de odio de Trump contra los inmigrantes mexicanos y la construcción de un muro en la frontera hace eco en muchos hombres blancos de la clase trabajadora que están molestos porque sienten que los han dejado fuera de la tajada económica que creen les pertenece”, dijo Pierrette Hondagneu-Sotelo, profesora de sociología de la Universidad del Sur de California (USC).

Lo que está haciendo Trump, expuso la socióloga, es hacer uso del clásico chivo expiatorio para culpar al inmigrante de todos los problemas estructurales del país.

“Trump también está aprovechando la xenofobia y el temor que algunos blancos le tiene a las transiciones demográficas raciales”, agregó.

Video Sanders: "Trump es un demagogo que usa a las minorías como chivos expiatorios"


Grupos de odio en aumento

Un reciente reporte del Southern Poverty Law Center (SPLC) destacó que durante el 2015 los grupos de odio se multiplicaron por todo Estados Unidos.

El año pasado este organismo que estudia esas organizaciones en el país registró 892 agrupaciones racistas, mientras que en el 2014 había 784, lo que supuso un incremento del 14%.

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La gran mayoría de esos colectivos se identifican con las ideologías supremacistas como el Ku Klux Klan (KKK), los neonazis, los nacionalistas blancos y los "skinheads". Este es el "mapa del odio" que publica el SPLC.

Imagen SPLC

La presencia de otros grupos radicales, que se definen como patriotas antigobierno, milicias armadas u organizaciones alentadas por teorías de la conspiración, creció también en un 14% el año pasado, de 874 a 998, precisa el reporte.

Para el SPLC, la satanización de musulmanes, latinos, inmigrantes y otros está siendo fomentada por figuras políticas para explotar la ira y el miedo de algunos estadounidenses sobre los cambios demográficos en el país, por la legalización del matrimonio homosexual, por el levantamiento del movimiento Black Lives Matter y por las atrocidades de terroristas islámicos.

La primera ofensa

Cuando en junio de 2015 anunció de manera formal que iría por la candidatura republicana en sus intenciones de ser presidente de Estados Unidos, Donald Trump lanzó la primera ofensa de su agresiva campaña dialéctica al tachar de violadores y criminales a los inmigrantes mexicanos.

Tras el ataque terrorista en San Bernardino que dejó 14 muertos en diciembre, los embates retóricos de Trump se centrarían en los musulmanes y personas de Oriente Medio.

El reporte de la SPLC refiere que Trump usó estadísticas alteradas para culpar a los afroamericanos de altos niveles de criminalidad y para rechazar a los árabes con el falso argumento de que uno de cada cuatro musulmanes en Estados Unidos es simpatizante de yihadistas violentos como los del Estado Islámico (ISIS).

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La estrategia de las constantes descalificaciones surtió efecto. Al inicio de su campaña Trump contaba con el 12% de las preferencias electorales al interior del Partido Republicano y para diciembre ya había alcanzado el 38%.

Ganancia política a costa del odio

Mark Potok, autor del reporte de la SPLC, consideró que Trump ha recurrido a ese discurso de tinte nacionalista y patriotero como botín político.

La SPLC advirtió que muchos de los hechos violentos más sonados en el 2015 fueron producto del racismo que se ha gestado.

Entre esos crímenes de odio el SPLC destaca la matanza de 9 afroamericanos en una iglesia de Carolina del Sur a manos de un supremacista blanco, el ataque a un clínica de Planned Parenthood que dejó tres muertos por parte de un radical opositor al aborto en Colorado y el atentado terrorista de San Bernardino (California) ejecutado por una pareja influenciada por la ideología de ISIS.

“Después de haber visto el derramamiento de sangre que definió al 2015, nuestros políticos debieron haber trabajado en calmar esa ira y en unirnos como nación”, señaló Potok.

Desafortunadamente, apuntó, esas matanzas no impidieron que algunas figuras políticas soltaran su retórica incendiaria sobre las minorías.

“De hecho”, agregó”, “esos políticos frecuentemente explotaron la ira y la desunión de los grupos étnicos a lo largo del país como ganancia política”. Donald Trump llegó a evitar desmarcarse del Klu Klux Klan cuando uno de sus antiguos líderes pidió a los supremacistas blancos que votaran por el millonario.

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Tan solo en California durante los últimos dos meses han saltado a la luz pública cinco casos de violencia racial que dejaron varios heridos. Los últimos episodios tuvieron como protagonistas a menores de edad que realizaron pintadas de odio y racistas en Los Ángeles y en Oakhurst, en el norte del estado, dirigidas a una escuela y a un entrenador de fútbol mexicano de un centro educativo, respectivamente.

La situación ha escalado hasta el punto de que Trump ha tenido que cancelar alguno de sus mítines -donde ya se vivieron escenas de violencia- debido a las crecientes protestas de quienes consideran que el candidato se ha pasado de la raya con su verborrea incendiaria que, no obstante, está amparada por el derecho a la libertad de expresión. El pasado 12 de marzo Trump estuvo a punto de ser atacado por un exaltado que casi burla las medidas de seguridad que protegían al empresario en una comparecencia en Ohio.

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