Es común encontrar corchos que sirven como tapa hermética para cerrar las botellas de vino, aunque también el tapón sintético es un sustituto que varios productores utilizan. Pero el tipo de corcho, sea sintético o natural, puede ser percibido de manera negativa o positiva en los consumidores de bebidas alcohólicas. En esta oportunidad, te propongo conocer algunas características que tienen el tapón sintético: ventajas y desventajas que podemos encontrar después de compararlo con el corcho natural.

“Ir de tapas” es una actividad bastante popular en España, sobre todo practicada los fines de semana, cuando visitas diversos bares para tomar y comer un poco, acompañado de amigos. Asimismo, las tapas fueron originalmente utilizadas para cubrir la copa entre sorbo y sorbo cuando se bebía un jerez.

¡Tenemos todo listo! La elección del vino, la comida y los invitados (o el invitado) en la mesa, vamos a la cocina y ¡Oh! Por Dios, ¡¿dónde está el sacacorchos?!

Uno de los peores enemigos de los productores vitivinícolas es la contaminación del vino por causa del tapón de corcho. Constantemente se buscan nuevas soluciones a este problema, aunque una de las más llamativas es entrenar a un perro para que distinga qué vinos están contaminados y cuáles no.

Anteriormente vimos la evolución de los tapones de vino, y algunas de las causas de la aparición de nuevas alternativas para tapar a los vinos jóvenes, pero, seamos realistas, los vinos de gran categoría, que terminan de evolucionar en la botella necesitan que el tapón permita pasar el aire.

Es frecuente, especialmente en los últimos años, sentir un cierto sabor a corcho en algunos vinos, y eso se debe al Tricloroanisol (TCA), el cual es un hongo que genera este gusto, ya que produce ciertas desviaciones en el vino. Pero, rápidamente, varias empresas comenzaron a tratar este tema, y ya se han lanzado técnicas para combatir esto.