Después del entusiasmo con que la mexicana flechó al italiano, la ilusión desapareció en un abrir y cerrar de ojos, pues la nula comunicación que tuvieron en los últimos días produjo una profunda decepción. Tanto uno como otro se culparon de la situación, y en el palco las voces estuvieron divididas, mientras que Pía apoyó a Emma, Massimo tuvo de su lado a Lucas.