Lizzy ya había rechazado a su flechado, pero él no se rindió y logró que la amorosa cambiara de opinión
Gabriel llegó cautivado por la sonrisa de la mexicana y por lo cercana que es a su familia, pues es algo que tienen en común. Sin embargo, esto no impresionó a Lizzy y decidió dar un "que no, que no". El flechado no se dio por vencido y le dedicó unas palabras que la convencieron de invitarlo a tomar un café.
Lizzy ya había rechazado a su flechado, pero él no se rindió y logró que la amorosa cambiara de opinión
Gabriel llegó cautivado por la sonrisa de la mexicana y por lo cercana que es a su familia, pues es algo que tienen en común. Sin embargo, esto no impresionó a Lizzy y decidió dar un "que no, que no". El flechado no se dio por vencido y le dedicó unas palabras que la convencieron de invitarlo a tomar un café.