En cuestión de minutos, Miguel cambió de parecer y le dio un "que no, que no" a Lisette
Al inicio, el amoroso aseguró que a pesar de que no tenía mucho en común con su flechada, creía en que los polos apuestos se atraen. No obstante, su creencia quedó en el olvido cuando Lisette le expresó algo que no le gustó, por lo que le dio su famosa rosa del "que no, que no".
En cuestión de minutos, Miguel cambió de parecer y le dio un "que no, que no" a Lisette
Al inicio, el amoroso aseguró que a pesar de que no tenía mucho en común con su flechada, creía en que los polos apuestos se atraen. No obstante, su creencia quedó en el olvido cuando Lisette le expresó algo que no le gustó, por lo que le dio su famosa rosa del "que no, que no".