Te presentamos los usos inusuales pero efectivos que le puedes dar a la pasta que usas para lavar tus dientes. Con estos consejos verás que muchos pequeños problemas de la vida cotidiana tienen una solución muy simple.
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Blanquea tus uñas: ¿Te pintaste las uñas de un color muy encendido ya aunque aplicaste acetona para removerlo, te quedaron de ese tono? Simplemente remoja tus uñas en un recipiente con agua y un poco crema dental. Verás que volverán a su color natural.
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Quita los malos olores de las manos: Cuando picas cebolla o ajo seguro que en las manos te queda ese olor que puede llegar a ser desagradable. Sólo usa una pequeña cantidad de pasta como si fuera un jabón de manos y enjuaga.
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Auxiliar con las picaduras de mosquitos: Si saliste a acampar y olvidaste tu repelente, seguro que quieres calmar la comezón y no dejar una marca en la piel. Aplica una ligera capa de pasta y olvídate de las molestias.
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Para quemaduras de primer grado: Si te derramaste el café encima o te soleaste demasiado y tu piel sufre las consecuencias, usa un poco de pasta sobre la zona, esto ayudará con la sensación de ardor y la inflamación.
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Desodoriza tu auto: Para esos días calurosos en los que lo peor que puede suceder es que tu coche tenga un olor raro, coloca un poco de pasta dental en un pañuelo o recipiente de plástico y déjalo reposar debajo de un asiento, en el maletero. Con el calor el auto quedará con un rico olor a menta.
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Desinflama los barritos: Un problema para los adolescentes y algunos adultos. Sólo pon una capita de crema dental en el barrito y deja secar o coloca un pedazo de cinta adhesiva para vendajes. Al día siguiente, el granito habrá desaparecido.
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Devuelve el brillo a la joyería: Si tus accesorios de plata y oro perdieron su esplendor característico, aplica algo de la pasta y deja que ésta actúe durante la noche. Al día siguiente limpia con un paño suave y nota cómo recuperaron su brillo.
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Quita manchas de tinte en la piel: Elimina esas molestas manchas en orejas, cara y cuello que te delatan cuando acabas de teñirte el cabello. Sólo frota las zonas con la pasa de dientes y luego enjuaga. No volverás a pasar vergüenzas.
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Sirve como gel para el cabello: Si te quedaste sin gel para peinar y necesitas aplacar esos pequeños cabellos, una mínima cantidad de pasta dental con agua te sacará del apuro. Sólo no hasta de esto un hábito.
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Hace lucir como nuevos tus tenis: Devuelve el blanco a la goma de los tenis que se vuelve amarilla o adquiere marcas negras por el uso. Mezcla pasta dental y agua a partes iguales y aplica en la zona. Luego enjuaga y listo, quedarán relucientes.
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Las teclas del piano y el teclado: Porque por su blancura pueden ponerse amarillentas también, toma un paño húmedo y frota con un poco de pasta en cada tecla. Luego con otro paño limpio y húmedo retira el exceso. Quedarán como nuevas.
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Disimula los arañazos en el cuero: Si tu bolso favorito o tu sillón de cuero quedaron dañados por un pequeño arañazo, frota con un paño suave y una cantidad pequeña de pasta sobre el rasguño. En algunos casos el daño inclusive desaparece.
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Sirve como pegamento: Por si fuera poco, la pasta dental también es un pegamento efectivo. Si quieres colocar un poster en una pared o ventana, sólo aplica un poquito de pasta en las esquinas del cartel y pégalo.
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No tendrás que preocuparte de que la pasta dañe o manche las superficies, pues también se remueve fácilmente. Cómo puedes ver, la pasta de dientes es uno de los artículos más útiles del hogar, además de ayudarte a lucir una dentadura bella y sana.
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