Hábitos que provocan desorden en tu hogar y que debes evitar
Tener una rutina apropiada es el primer paso para combatir el desorden en nuestro hogar, y aquí te decimos cómo lograrla. Échale un vistazo a las siguientes recomendaciones.
¿Cuando entras por la puerta de tu casa o alguna habitación, sientes como si estuvieras caminando en un campo minado? Tener una rutina apropiada es el primer paso para combatir el desorden y crear buenos hábitos.
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Lo primero es asignar un sitio para cada cosa en cada una de las habitaciones del hogar. Todos los objetos deben tener su espacio designado, en el cual todos los integrantes de tu familia sepan que lo encontrarán.
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Evita dejar cosas en lugares a las que no pertenecen, puede parecer algo trivial pero así comienza el desorden. Así es que si tienes ropa sucia o hay juguetes de los niños fuera de lugar, es hora de acabar con estas costumbres.
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Las mañanas son claves para arrancar el día sin desorden y evitar que tus espacios se conviertan en un campo minado. Tender la cama debe ser una de tus prioridades, te tomará pocos minutos y te ayudará a lograr una habitación ordenada y accesible.
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Ármate de valor y ordena la ropa. Empieza por adquirir el hábito de guardar todo en el clóset y los cajones apenas la lavas o sacas de la secadora. De esta forma tu ropa y tus zapatos siempre estarán en orden.
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La tarea puede ser un poco más sencilla si tienes un contenedor de ropa sucia y devuelves al clóset cada prenda que sacas y decides no usar. Las prendas sucias en el cesto, y la ropa limpia en el armario, como debe ser.
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Si tienes prendas que no son de la estación en la que estás, resérvalas para guardarlas en otro lugar, así tendrás a la vista la ropa de temporada y te llevará menos tiempo buscar lo que quieres usar.
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Una buena idea es tener un contenedor para donaciones en un sitio específico del hogar. Coloca ahí la ropa que ya no usas y que aún puede ser aprovechada por alguien más.
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Mantener los cajones ordenados y accesibles te hará la vida más fácil y te ayudará a encontrar lo que buscas sin perder tiempo, no importa si se trata de los calcetines, la ropa interior, o bien, tus accesorios y bisutería.
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En la cocina, lo más aconsejable es que cada vez que regreses del supermercado te tomes algunos minutos para ordenar la alacena y los artículos que van dentro del refrigerador.
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Aprovecha esos minutos para deshacerte simultáneamente de todos los productos con fecha de caducidad vencida, aquellos recipientes que están casi vacíos o alimentos que ya no están frescos y que ocupan un lugar en tus anaqueles.
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Limpia en cuanto ensucies. Cuando acabes de desayunar, comer o cenar, debes adquirir el hábito de limpiar lo que has usado y no dejar que los trastes de varias comidas se apilen en el fregadero.
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Líbrate de papeles. Las cuentas que debes pagar, los catálogos y promociones que recibes por correo se pueden ir apilando sin control. Anímate y dile adiós a la mayor cantidad posible de papel. Archiva solo lo que necesites conservar.
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Una buena forma de que el caos no se apodere de tus espacios es almacenar las cosas en cajas y etiquetarlas. Así no te olvidarás de lo que tienen y lo encontrarás con facilidad cuando lo busques.
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Así como es un hábito asearte o lavarte los dientes, en la rutina de tareas domésticas es aconsejable incluir el recoger y ordenar diariamente ¡Organízate ya!