Los talones agrietados son una consecuencia común por no hidratar la piel de los pies con regularidad. Esto usualmente sucede porque no le prestamos demasiada atención a esta parte del cuerpo.
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Sin embargo, la piel reseca en exceso causa incomodidad, por eso es importante tomar algunas medidas y solucionar esta situación. Te presentamos algunas opciones.
Shao-Chun Wang
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Hidratación. Es importante acostumbrarse a hidratar bien los pies a diario con crema o con un poco de vaselina para que la piel se mantenga elástica y en buenas condiciones, sin grietas.
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También puedes optar por un aceite de sésamo, almendra, argán o por manteca de karité.
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Cuida tu peso. Estar por encima del peso corporal adecuado hace que existan en el pie zonas con mayor presión.
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La irrigación sanguínea es más deficiente en las zonas que tienen que soportar más carga y, por tanto, los nutrientes llegan con más dificultad a las capas superficiales de la piel. Por eso es importante que tengas una alimentación adecuada y hagas ejercicio.
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Calzado adecuado. Lo ideal es que sea amplio, libre de costuras, sin exceso de tacón (máximo 3 centímetros), y así evitar puntos de máxima presión que provoquen sequedad de la piel.
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Evitar el agua muy caliente. Esto provoca que disminuya la hidratación natural de la piel, igual que darse baños de larga duración. Lo recomendable son los baños que no excedan los 10 minutos.
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Enjuague bucal y vinagre. Las mismas sustancias que combaten las bacterias en tu boca, ayudan a eliminar hongos en los pies y a suavizar la piel. Haz una mezcla con una taza de enjuague bucal, una de vinagre blanco y dos de agua y empapa tus pies en ella durante 15 minutos
Jirakit
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Azúcar morena y aceite de oliva. Se trata de una mezcla sencilla y muy efectiva para quitar las asperezas de la piel, dejándola humectada.
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Necesitas una taza de azúcar morena, dos cucharadas de aceite de oliva, dos cucharadas de bicarbonato de sodio y dos cucharadas de miel. Mezcla todo en un recipiente y lo ideal es aplicarlo antes o durante la ducha, mediante movimientos circulares, poniendo especial atención en las zonas ásperas.