Hielos de aloe vera, el mejor remedio casero para el cuidado de tu rostro
Existe una extensa variedad de remedios naturales que puedes aplicar en tu cutis para cuidarlo, y uno de ellos son los hielos de aloe vera, los cuales te brindarán múltiples beneficios. ¡Conoce cuáles son!
El aloe vera, también conocido como sábila, es una planta considerada mágica debido a sus múltiples propiedades calmantes e hidratantes para la salud y el cuidado de la piel.
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Esta plantita puede ser utilizada de distintas formas para obtener sus beneficios; sin embargo, la mejor manera de conservar casi intactas todas sus propiedades es congelándola.
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Puedes sacarle mucho provecho al aloe vera haciendo cubitos de hielo, los cuales puedes utilizar para muchísimas cosas como las que te diremos a continuación.
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Ojeras. Pasar un cubito por esta zona te ayudará a disminuir su color, además de que desinflamará las temibles bolsas debajo del ojo.
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Quemaduras. Al ser antiinflamatoria, esta planta es eficaz para sanar quemaduras en la piel, ya que promueve la circulación e inhibe el crecimiento de las bacterias.
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Como ves, el aloe vera es un aliado ideal para tu rutina de cuidado facial, por lo que si te animas a utilizar este remedio, seguro notarás resultados positivos en tu piel.
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Cómo se hacen. Para prepararlos sólo necesitarás un molde para hielos, un cuchillo, una cuchara, una licuadora, agua y una hoja de sábila.
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Lo primero que vas a hacer es quitarle todas las espinas y piel a la hoja de aloe vera con el cuchillo. Y con la ayuda de la cuchara deberás retirar todo el gel translúcido.
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Este gel lo colocarás en la licuadora y le agregarás poca agua. Procede a licuar, y cuando tengas una mezcla homogénea, entonces comienza a llenar todos los espacios del molde para hielos.
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Cuando hayas vertido toda la mezcla de aloe vera, mete el molde al congelador. De esta manera, podrás conservar el gel durante más tiempo, y sólo ir utilizando un cubito al día.
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Puedes implementar este remedio en la mañana o en la noche, o en ambos momentos del día, considerando cómo se va comportando tu piel.
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Sólo tendrás que lavar tu rostro y masajearlo con un cubito de hielo para después dejar reposar el gel. Si lo crees necesario, lava tu cara y procede a hidratar.