Usa adecuadamente el cloro. Lo ideal es diluir este líquido con agua para que de esta manera desinfecte de una mejor manera.
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Ventila la casa por completo. Después de varios meses fríos con la casa cerrada, lo primero por hacer para limpiar la casa a fondo es ventilar bien.
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Abre todas las ventanas de par en par, permite que entre la luz, y que el aire de todas las estancias se renueve por completo.
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Llega hasta el último rincón. A la hora de quitar el polvo y la suciedad acumulada, no te olvides de mover sofás, sillones, mesas, sillas y camas.
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Cambia la funda de tu almohada. Toma en cuenta que apoyas tu cabeza en esa misma almohada cada noche durante aproximadamente 8 horas, por tanto, los aceites, los restos de productos y la suciedad pueden quedarse en la funda.
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Lava todas las toallas. Es importante que queden perfectamente secas antes de que las metas al armario.
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Verás cómo después huele mucho mejor y además, si hay algún resto de alimento, será mucho más sencillo limpiarlo ahora porque se habrá reblandecido.