Las piernas soportan una gran carga de trabajo durante el día y de su desempeño depende en buena medida la agilidad y elasticidad del cuerpo.
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Exfoliación. Al menos una vez a la semana exfolia tus piernas para eliminar células muertas y favorecer la depilación, ya que de esta manera evitas que se queden vellos encapsulados y así conseguir que estén más suaves y lisas.
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Hidratación. La piel hidratada es más fuerte, resistente y suave al tacto, por ello es muy importante aplicarle alguna crema o aceite humectante.
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Autobronceadores. Puedes mejorar el color de tus piernas, además ayudan a disimular algunas imperfecciones como cicatrices y granitos.
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Es importante que sepas que los autobronceadores no llevan filtro solar, es decir, no te protegen del sol, así que tendrás que aplicar encima un protector solar.
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Ejercicio a diario. Si quieres que tus piernas tengan un aspecto más esbelto, entrena constantemente.
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Alimentación. Evita el consumo excesivo de sal, que provoca retención de líquidos y puede ocasionar hinchazón en las piernas, sobre todo en los tobillos.
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Mejora la circulación. Más allá de si tienes varices evita usar ropa muy ajustada, muévete a diario, aplica geles refrescantes y siempre que puedas eleva las piernas.