Cuando Zunduri logró escapar de la casa de sus abusadores tenía 22 años, pero su cuerpo era como el de una persona de 80. Llevaba 600 cicatrices en el cuerpo.
Cuando Zunduri logró escapar de la casa de sus abusadores tenía 22 años, pero su cuerpo era como el de una persona de 80. Llevaba 600 cicatrices en el cuerpo.