Cómo una pajita aclaró un caso de abuso sexual y homicidio de una adolescente en 1984

Después de 40 años, una pajita desechada en una cafetería proporcionó el ADN crucial que identificó al presunto asesino de Theresa Fusco.

Thomas Fusco, padre de Theresa Fusco, muestra una fotografía de su hija durante la conferencia de prensa tras el arresto de Richard Bilodeau. En el recuadro: el vaso y la pajita desechados que proporcionaron la muestra de ADN crucial para resolver el caso después de 40 años.
Thomas Fusco, padre de Theresa Fusco, muestra una fotografía de su hija durante la conferencia de prensa tras el arresto de Richard Bilodeau. En el recuadro: el vaso y la pajita desechados que proporcionaron la muestra de ADN crucial para resolver el caso después de 40 años.
Imagen Nassau County District Attorney / AP.

MNINEOLA, NY.- Richard Bilodeau, de 63 años, fue acusado el miércoles de dos cargos de asesinato por la muerte y abuso sexual de Theresa Fusco, una adolescente de 16 años asesinada en 1984 en Long Island.

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El arresto se produjo después de que investigadores obtuvieran una muestra de ADN de una pajita que Bilodeau desechó en 2024, la cual coincidió con evidencia recolectada del cuerpo de la víctima hace 40 años.

Bilodeau se declaró inocente durante su comparecencia en el tribunal del condado de Nassau y fue enviado a la cárcel sin fianza.

De ser declarado culpable, enfrenta una sentencia de entre 25 años y cadena perpetua.

La desaparición de Theresa Fusco

Fusco desapareció en noviembre de 1984 después de terminar su turno en una pista de patinaje sobre ruedas en Lynbrook.

Su cuerpo desnudo fue encontrado semanas después en una zona boscosa cerca del establecimiento, enterrado bajo hojas.

Encarcelan a tres injustamente

Tres hombres fueron condenados por el asesinato y cumplieron varios años de prisión.

En 2003, pruebas de ADN demostraron su inocencia y fueron exonerados.

Dos de ellos recibieron posteriormente 18 millones de dólares cada uno en acuerdos por encarcelamiento injusto.

El proceso de la investigación

Las autoridades del condado de Nassau comenzaron a vigilar a Bilodeau en 2023 tras desarrollar varias pistas de investigación.

En febrero de 2024, detectives recuperaron un vaso y una pajita que Bilodeau había usado y desechado en una cafetería del condado de Suffolk.

El ADN extraído de la pajita coincidió con una muestra tomada del cuerpo de Fusco en 1984.

Cuando los investigadores acudieron al lugar de trabajo de Bilodeau para interrogarlo, este declaró:

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"Sí, en ese entonces la gente se salía con la suya tras cometer asesinatos", según testimonio del fiscal de distrito adjunto Jared Rosenblatt.

Reacción de la familia

Thomas Fusco, padre de la víctima, estuvo presente en la audiencia.

Después del procedimiento, declaró que era "desgarrador" revivir la muerte de su hija, pero expresó esperanza de que el arresto represente un cierre del caso.

"La amaba y la extraño. Vive en mi corazón", dijo Fusco durante una conferencia de prensa mientras mostraba una fotografía de Theresa.

"Nunca perdí la esperanza. Siempre he tenido fe en el sistema".

Ocurren otras dos muertes de adolescentes

Bilodeau tenía 23 años y vivía con sus abuelos cuando ocurrió el asesinato.

El caso atrajo atención en 1984 porque coincidió con la desaparición de otras dos adolescentes en la misma zona: Kelly Morrissey, de 15 años, quien nunca fue encontrada, y Jacqueline Martarella, de 19 años, cuyo cuerpo apareció en un campo de golf cercano en 1985.

Esto dijeron las autoridades

Anne Donnelly, fiscal de distrito del condado de Nassau, declaró:

"El pasado no se ha olvidado. Nunca dejaremos de luchar por las víctimas. Mi oficina está decidida a lograr justicia para Theresa y su familia".

Jason Russo, abogado de Bilodeau, se negó a hacer comentarios y declaró que se había reunido con su cliente poco antes de la audiencia.

Detective que ya murió fabricó pruebas

Los tres hombres condenados inicialmente por el asesinato de Fusco trabajaban como transportistas.

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Uno de ellos había salido con Kelly Morrissey. Pruebas de ADN posteriores demostraron que otra persona había cometido el crimen.

Un jurado federal determinó en una demanda posterior que el detective principal del caso, quien ya había fallecido, fabricó pruebas de cabello y ocultó evidencia a los fiscales.

Con información de AP.

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