PRINCE GEORGE'S, Maryland.- Desde que inició el mandato del presidente Donald Trump, varios padres recurrieron a un sacerdote de Maryland para entregar la custodia legal de sus hijos.
Sacerdote de Maryland recibe custodia de 26 niños ante miedo de padres de ser deportados
El padre Vidal y su esposa Angelita han recibido la tutela legal de hijos de inmigrantes sin documentos que nacieron en el país ante el temor de ser detenidos o deportados, para asegurarse de que los menores no queden desamparados.
Video Sacerdote en Maryland recibe la custodia de hijos de inmigrantes ante temor a deportaciones
Conforme se intensificaron los operativos migratorios, más personas decidieron hacer lo mismo, por lo que ahora el religioso tiene a 26 niños bajo su tutela.
El 2025 se ha convertido en uno de los años más difíciles para la comunidad indocumentada en Estados Unidos. Las esperanzas de regularizar el estatus migratorio se han reducido para miles de familias y, en muchos casos, el temor se ha materializado en detenciones y deportaciones.
Datos recientes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) indican que más de 500.000 inmigrantes indocumentados fueron expulsados del país hasta el 27 de octubre, mientras que 1.6 millones optaron por regresar de manera voluntaria a sus países de origen, en medio del endurecimiento de las políticas migratorias.
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Padres indocumentados y niños ciudadanos
En este contexto, una de las mayores preocupaciones recae sobre familias sin estatus legal cuyos hijos nacieron en Estados Unidos y son ciudadanos. Frente al riesgo de separación, algunas han comenzado a establecer tutorías legales para garantizar el cuidado de sus hijos si los padres son detenidos o deportados.
Entre quienes han asumido ese compromiso se encuentra el padre Vidal Rivas, sacerdote de la Iglesia San Mateo, en Maryland, junto con su esposa, María de los Ángeles Rivas, conocida como Angelita.
“ Hay hijos que no se quieren ir. Nacieron aquí y este es su país, pero no es el país de sus papás”, dijo María de los Ángeles Rivas, quien ha sido designada tutora legal de menores cuyos padres enfrentan procesos migratorios. “Ha sido muy fuerte, muy difícil, con el corazón partido”.
Miedo e incertidumbre en la comunidad
El padre Rivas señaló que el miedo se ha vuelto constante entre los feligreses. “La gente está aterrada, sobre todo porque no tiene estabilidad migratoria”, explicó. Desde el inicio del actual periodo presidencial, dijo, comenzaron a orientar a las familias para que, en caso de una detención, sus hijos no quedaran desamparados.
Durante la temporada navideña, un periodo tradicionalmente asociado con la unión familiar, la iglesia ha presenciado escenas dolorosas de padres entregando legalmente el cuidado de sus hijos.
Una madre salvadoreña, con una hija de 13 años con autismo no verbal, explicó que tomó la decisión como medida preventiva. “Mi temor es salir a la tienda o al trabajo y que me detengan. No quiero que mi hija quede sola o que se la lleven sin preparación”, dijo.
Apoyo comunitario y legalidad de las tutelas
Las leyes de tutela en Maryland permiten que los padres designen a un tutor legal para sus hijos menores mediante un proceso judicial, en caso de ausencia o incapacidad. El padre Rivas indicó que actualmente 26 niños están bajo su firma como tutor, con el respaldo de la iglesia episcopal y donaciones de empresarios que cubrirían alimentos y cuidados si fuera necesario.
“Espero que, si llega el momento, podamos darles a cada uno lo que merecen”, afirmó.
Impacto emocional en los menores
María de los Ángeles Rivas advirtió que, aun cuando los niños no sean separados físicamente de sus padres, el daño emocional ya es evidente. “Es triste ver a ICE en las esquinas donde hay latinos. Aunque no los separen, la salud mental de esos niños ya está afectada”, dijo.
Para ella los abrazos son de suma importancia, por eso no duda en dárselos a los niños que ya están bajo su cuidado y a aquellos cuya custodia ha sido cedida por sus padres, aunque aún no estén con ellos.
Mientras continúan las misas, la eucaristía y las actividades comunitarias, la Iglesia San Mateo se ha convertido en un refugio temporal para familias que viven entre la fe y la incertidumbre.
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