Calor
Cómo el calor extremo afecta viviendas en EE.UU. y qué puedes hacer para evitar los daños
El calor extremo no solo afecta tu salud, sino que causa daños a tu vivienda, sea rodante o no. Las altas temperaturas arruinan techos, tuberías y hasta los cimientos de algunas estructuras. Conoce qué hacer para prevenir que tu casa se afecte y tu bolsillo sufra.
El
calor extremo no es algo excepcional.
En estados como
Texas,
Arizona, Nevada o
California, las olas de calor son más largas, más frecuentes y más intensas cada año.
Según
el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés),
el verano de 2024 rompió récords históricos en varias ciudades del país. Y este no luce distinto.
En medio de la sofocante situación, muchas personas protegemos nuestra salud, pero
olvidamos el
impacto que reciben nuestras casas.
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⚠️ Parte por parte: cómo el calor va dañando tu hogar
Cimientos que se mueven y agrietan:
👉🏻 Cuando el calor seca la tierra alrededor de tu casa, el suelo se encoge y pierde contacto con los cimientos. Esto hace que
la base se hunda o se
agriete, generando a su vez,
puertas descuadradas, grietas en las paredes, pisos desnivelados y estructuras inestables.
🧱 Expertos en
reparación estructural, entrevistados a través de los años por Univision, coinciden en que
mantener el suelo ligeramente húmedo alrededor de la casa, en épocas de sequía, ayuda a prevenir ese movimiento.
💡 ¿Cómo hacerlo? Puedes usar una manguera de goteo o sistema de riego por aspersión en las tardes,
hasta tres veces por semana. No se trata de encharcar, sino de
evitar que la tierra se contraiga demasiado.
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Techos deformados y filtraciones silenciosas:
👉🏻 El techo es la parte más expuesta al sol. Con temperaturas que superan los 100 °F (38 °C),
las tejas se dilatan, se secan y se agrietan. Esto permite que, con la siguiente lluvia, el agua entre sin que al principio lo notes.
🏚️ Expertos explican que
los techos de asfalto o lámina envejecen más rápido con calor extremo y necesitan revisarse al menos una vez al año.
También,
las canaletas (canalones)
pueden combarse si el calor reblandece el material, sobre todo
si están llenas de hojas y suciedad. Eso impide que el agua de lluvia fluya bien y
puede causar acumulaciones cerca de los cimientos.
💡 ¿Qué hacer?
Revisa el techo visualmente después de olas de calor.
Instala ventilación en el ático para que el calor no se acumule.
Limpia las canaletas al menos dos veces por temporada.
Usa pinturas reflectivas o techos de colores claros que no absorban tanto sol.
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Puertas y ventanas que se traban:
👉🏻 La madera y otros materiales
se hinchan con el calor y la humedad, y se contraen cuando baja la temperatura. Este proceso hace que puertas y ventanas dejen de cerrar bien o que los marcos se deformen con el tiempo. Además, las masillas o selladores de las ventanas pueden secarse y agrietarse, permitiendo que entre aire caliente, humedad o incluso plagas.
🚪 Según expertos en mantenimiento del hogar, el calafateo (proceso de sellar grietas, juntas o huecos) seco es
una de las principales causas de filtraciones invisibles de calor.
💡 ¿Qué hacer?
Aplica sellador nuevo cada verano si ves que el anterior está cuarteado.
Revisa si hay entradas de aire en marcos de puertas y ventanas.
Si tienes puertas que rozan o no cierran, podría deberse a dilatación por calor.
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Tuberías de agua y gas bajo presión:
👉🏻
El calor también daña tuberías, válvulas y conexiones. En lugares expuestos (como áticos o exteriores),
el agua puede calentarse tanto que aumenta la presión interna y revienta las cañerías, sobre todo si son metálicas o antiguas.
💧 American Society of Plumbing Engineers advierte que, en regiones calurosas, el agua dentro de
una tubería al sol puede superar los 140 °F (60 °C). Además, si el suelo se mueve por la sequía, puede
desalinear o quebrar tuberías enterradas, generando fugas invisibles que elevan tu recibo sin darte cuenta.
💡 ¿Qué hacer?
Aísla las tuberías exteriores y las del ático con espuma térmica.
Revisa si hay humedad inexplicable cerca de paredes o en el jardín.
Si baja la presión del agua sin razón, podría ser una fuga por calor.
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Pintura descascarada y acabados que fallan:
👉🏻 Las fachadas pintadas
se agrietan, burbujean o pelan cuando están expuestas al sol directo por mucho tiempo. Además de lo estético, esto
expone la superficie a humedad, moho o plagas.
🎨 La exposición prolongada al calor y a
los rayos UV acelera el deterioro de pinturas y selladores.
💡 ¿Qué hacer?
Usa pintura especial para exteriores y resistente a los rayos UV.
Prefiere colores claros, que absorben menos calor.
Revisa muros exteriores en busca de zonas con pintura cuarteada o levantada.
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Humedad, moho y mala ventilación:
👉🏻 Aunque suene contradictorio,
el calor también puede aumentar la humedad dentro del hogar, sobre todo si se mantiene cerrado todo el día con el aire acondicionado. Esa humedad acumulada
favorece la aparición de moho, malos olores y problemas respiratorios.
🌡️
Los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) recomiendan mantener la humedad relativa en interiores entre 30 % y 50 % para evitar la proliferación de moho.
💡 ¿Qué hacer?
Usa deshumidificadores si vives en zona húmeda.
Asegúrate de ventilar baños y cocina.
No apagues el aire acondicionado por completo si vas a estar fuera pocas horas; súbele la temperatura para mantener el control de humedad.
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Casas móviles: más vulnerables que nunca
👉🏻 Las casas rodantes o manufacturadas, sobre todo las más antiguas,
tienen aislamiento pobre, techos metálicos y estructuras más delgadas. Esto las convierte en verdaderos hornos bajo el sol.
🏕️ Según
Arizona Luminaria, el interior de una casa móvil
puede alcanzar hasta 96 °F (35 °C) en días de calor sin aire acondicionado funcional, y los daños por calor son mucho más comunes.
💡 ¿Qué hacer?
Usa cortinas térmicas o cubiertas reflectivas en ventanas.
Instala toldos, porches o lonas para sombrear las paredes exteriores.
Revisa el sistema eléctrico y de aire acondicionado con regularidad.
Considera aislar paredes y techos con paneles económicos de espuma si no puedes hacer mejoras mayores.
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