Descubren una ballena con un arnés y temen que sea una nueva arma rusa
El mamífero se acercó a unos pescadores, lo que demuestra que está adiestrada y acostumbrada al contacto con humanos. Además, el arnés tenía la inscripción 'Equipo San Petersburgo', lo que hace sospechar a los expertos que Moscú puede estar detrás de este sorprendente hallazgo.
Unos marineros noruegos tuvieron una gran sorpresa al encontrarse con una amistosa ballena beluga, pero más se sorprendieron cuando descubrieron que tenía puesto un arnés ajustado en el que se podía leer 'Equipo San Petersburgo'. Además, parecía que el artilugio estaba preparado para que llevara una cámara.
Joergen Ree Wiig/AP
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El viernes pasado, el pescador Joar Hesten saltó al agua helada para quitarle el arnés al ver al animal. El hombre le dijo a la transmisora noruega NRK que la ballena comenzó a restregarse contra su barco cuando la vio por primera vez, lo que demuestra que estaba adiestrada y acostumbrada a estar en contacto con los humanos.
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"Si la ballena viene de Rusia (y hay grandes posibilidades para creerlo), entonces no es una cosa de científicos rusos, sino más bien que es la Armada quien lo ha hecho", indicó al diario
The Guardian Martin Biuw del Institute of Marine Research en Noruega.
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Audun Rikardsen, profesor en el Departamento de Biología Ártica y Marina de la Universidad Ártica de Noruega en Tromsoe, en el norte del país, también cree que “lo más probable es que la naval rusa en Múrmansk” esté involucrada, según publicó la agencia AP.
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Rusia tiene importantes instalaciones militares en Múrmansk en la península de Kola, en el extremo noroeste ruso. Rikardsen añadió que revisó con los académicos en Rusia y Noruega, y que no han reportado ningún programa de experimentos que utilicen ballenas beluga.
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Sin embargo, no es la primera vez que Moscú utiliza estos animales marinos como armas en sus programas. Ya en la década de los ochenta, utilizó delfines para domesticarlos con fines militares, aunque dicho programa cerró oficialmente en los noventa, según explicó
The Guardian.