Junto a su esposa Camila Parker, la duquesa de Cornwall, son los primeros miembros de la realeza británica que visitan la isla, en momentos en que EEUU busca aislarla aún más económicamente en respuesta a la falta de libertades. Los planes, hechos antes de que el gobierno de Trump intensificara su ofensiva contra los gobiernos de Nicaragua, Venezuela y Cuba, fueron del gobierno británico, quien solicitó a la pareja real que incluyera a la isla en su periplo por el Caribe.