Un inmenso altar fue instalado de manera espontánea por los que se acercaron a la tienda Walmart donde ocurrió la masacre de El Paso. Las flores, fotografías, mensajes escritos y objetos personales organizados para honrar a los difuntos ocupaban buena parte de la calle frente a la tiendam una tradición mexicana en una ciudad estadounidense para unas víctimas con nexos de ambos lados de la frontera.