San Francisco recibió a los Blue Angels
Se trató de la primera exhibición que realizaban desde abril de este año
cuando uno de sus pilotos murió durante una demostración en Carolina
del Sur.El mejor lugar para presenciar el espectáculo
de los seis aviones cazas F/A-18 Hornet fue la Marina Green, el Pier 39, y el litoral norte de la Bahía, donde miles de personas acudieron bajo un perfecto clima soleado.El regreso de los Angeles Azules a San Francisco ocurrió luego de que la
Junta de Supervisores rechazara la semana pasada una propuesta que
pretendía prohibir el vuelo de aviones a propulsión a chorro sobre la
ciudad.Algunos habían criticado la exhibición aérea ante el temor de que un avión se estrellara en el Distrito Financiero o
sobre algún área residencial durante el espectáculo.Chris Daly, el Supervisor municipal de San Francisco, trató en dos
ocasiones de lograr la aprobación de la ordenanza, pero falló.Y es que además de la peligrosidad de las acrobacias (los aviones a
veces vuelan a altas velocidades y con una separación de sólo 18
pulgadas de distancia), en abril pasado surgieron dudas de seguridad
luego de que uno de los Blue Angels se estrellara durante una
exhibición en Beaufort, Carolina del Sur.Ese incidente mató al piloto naval Kevin Davis y causó varios heridos
en tierra. Los factores causantes del accidente aún están siendo
investigados.Los Angeles Azules llegaron el jueves al área de San Francisco, y realizaron algunas pruebas acrobáticas sobre la Bahía.El comandante naval Garrett Kasper, quien es portavoz de los Blue
Angeles, enfatizó que la seguridad es la "prioridad número
uno" del equipo acrobático."Volamos con un régimen específico y hacemos una demostración
extremadamente ensayada", puntualizó Kasper en entrevista con el San
Francisco Chronicle. "Estamos en cumplimiento total con las estrictas
regulaciones impuestas por la Administración Federal de Aviación".Pero los Angeles Azules no estuvieron solos en los cielos durante el fin
de semana. También hubo otras exhibiciones acrobáticas como la del Capitán de
la Fuerza Aérea Russ Piggott, un residente del área de la Bahía que
voló su avión F-16 Eagle.Piggott estuvo acompañado de su padre, John Piggott de Lafayette,
quien se adueñó del cielo a bordo de un avión Sukhoi SU-29, de
fabricación rusa.Otras presentación que causó interés fue la del el equipo acrobático
Oracle, así como el sobrevuelo sobre San Francisco de un Airbus A380,
catalogado como el avión de pasajeros más grande del mundo con
capacidad para más de 800 pasajeros.