El Papa recorre el campo de concentración de Auschwitz y se reúne con sobrevivientes
El máximo prelado de la iglesia católica recorrió en silencio este viernes el campo de concentración nazi en Polonia, donde rindió homenaje a las víctimas del nazismo y se reunió con supervivientes del Holocausto.
Durante la visita de casi dos horas el papa no pronunció ningún discurso y se reunió con 12 supervivientes de este campo de exterminio: nueve polacos, dos judíos y un gitano
Getty Images
PUBLICIDAD
2/10
Se trata del tercer pontífice que visita Auschwitz después del polaco Juan Pablo II en 1979 y del alemán Benedicto XVI en 2006
Getty Images
PUBLICIDAD
3/10
Francisco llegó en helicóptero a Auschwitz procedente de Cracovia, ciudad donde pernota desde que llegó el miércoles a Polonia para una permanencia de cinco días
Getty Images
PUBLICIDAD
4/10
Aproximadamente un millón de judíos europeos murieron en cámaras de gas de campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial
Getty Images
PUBLICIDAD
5/10
El papa argentino entró a pie y atravesó solo y en silencio la puerta de entrada, sobre la cual reza la inscripción en alemán Arbeit macht frei (El trabajo hace libre), con la que los nazis recibían a los deportados
Getty Images
PUBLICIDAD
6/10
Después de atravesar la puerta, el papa se sentó en un banco y se sumergió en un largo silencio, con los ojos cerrados, por unos diez minutos
Getty Images
PUBLICIDAD
7/10
El pontífice fue recibido por obispos católicos y también por religiosos judíos
Getty Images
PUBLICIDAD
8/10
El papa Francisco oró en la oscura celda subterránea de Auschwitz de un santo católico, Maximiliano Kolbe, un fraile polaco católico que sacrificó su vida durante la guerra para salvar la vida de otro hombre
AP
PUBLICIDAD
9/10
Francisco, con el rostro serio y sobrecogido, se trasladó luego en un auto eléctrico al llamado Muro de la Muerte, donde los nazis ejecutaron a miles de prisioneros con un disparo en la cabeza
AP
PUBLICIDAD
10/10
Francisco, que proviene del país de América Latina con la comunidad judía más numerosa, intercambió unas palabras con los sobrevivientes y luego encendió una vela ante el muro, que tocó con la mano.