"Un desastre infestado de ratas y roedores", un "lugar muy peligroso y sucio" y un sitio donde "ningún ser humano querría vivir”. Así llamó el presidente Donald Trump a Baltimore, la ciudad más grande de Maryland y de mayoría negra. Aunque sus residentes reconocen los problemas de drogas y violencia impulsados por la pobreza, muchos tienen años trabajando para mejorar la compleja situación.