"Ninguno de los primeros presidentes de este país hubiese podido hacer carrera política si no hubiese tenido detrás a una mujer que velara por sus negocios y cuidara de las plantaciones", explicó a Efe Patricia Krider, directora ejecutiva de la Biblioteca de las Primeras Damas en Canton (Ohio). "Michelle Obama, por ejemplo, supone un bastión emocional para su marido y, fuera de la Casa Blanca, se encarga en muchas ocasiones de lavar la imagen de hombre poco social que algunos le achacan a Barack", apun