Republicano ganó banca de Kennedy
Y ello ocurre justo cuando el sueño de la reforma, largamente
acariciado por el propio Kennedy y por el presidente Barack Obama
parecía cerca de alcanzarse.Obama y los líderes de su partido trabajaban a marchas forzadas para
definir alternativas -ninguna de ellas la más deseable- para salvar la
iniciativa principal del mandatario en política interna.
Simultáneamente, sus ojos estaban puestos en los comicios especiales de
Massachusetts.
Scott Brown venció a la secretaria de
Justicia demócrata de Massachusetts, Martha Coakley por lo que la banca que
perteneció al progresista Kennedy quedó en manos de un decidido
opositor a la reforma de salud.
Esto quita a los demócratas la mayoría de dos tercios -60 votos- en
el Senado que necesitan para aprobar el proyecto si la Cámara de
Representantes le hace cambios y lo vuelve a enviar a la cámara alta.
Hasta ahora, los republicanos se han opuesto de manera unánime a la iniciativa.
Obama y los dirigentes demócratas
tendrán que considerar una serie de atajos, los cuales involucrarían
riesgos políticos crecientes.Las diferencias significativas entre las
propuestas aprobadas por la Cámara de Representantes y el Senado
tendrían que ser superadas a instancias del presidente, y los
legisladores demócratas tendrían que moverse a paso veloz para lograr
su promulgación.
Sería mucho pedir para los demócratas, que estarán desmoralizados al
perder un escaño que había sido conservado de manera prácticamente
ininterrumpida por un Kennedy desde 1953. Los esfuerzos para atraer el
apoyo de algún republicano podrían intensificarse.
Pero ante el hecho de que las encuestas muestran que los votantes le
han ido quitando el apoyo a la reforma de salud -y de que los líderes
republicanos seguramente redoblarían su ataque- el presidente podría
quedar abandonado por los legisladores de su propio partido.
El vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reconoció por primera vez
que Obama podría no convencer a sus correligionarios sobre la ambiciosa
legislación.
"Creo que seríamos los primeros en admitir que pensamos que hay muchos
más beneficios de los que ve y percibe la gente en estas iniciativas",
dijo Gibbs a la prensa. "Si ello fracasa, creo que seguramente será un
fracaso que yo y otros en la Casa Blanca tendremos que asumir como
nuestra responsabilidad, hasta llegar e incluir al presidente".
Los líderes demócratas en el Congreso han buscado mostrar
determinación. En 1994, los demócratas no lograron promulgar el paquete
de salud del entonces presidente Bill Clinton y perdieron el control
del Congreso.
"Sin importar lo que ocurra en Massachusetts, tendremos atención
asequible y de calidad para la salud de todos los estadounidenses y la
tendremos muy pronto", dijo la líder de la Cámara de Representantes,
Nancy Pelosi.
Pero, ¿cómo lograrlo?
"No quiero especular", dijo el martes el líder de la mayoría en la
Cámara de Representantes, Steny Hoyer. "No estamos todavía en
condiciones de tomar esa decisión".
La meta sigue siendo lograr un acuerdo que resuelva las diferencias
entre las iniciativas de la Cámara de Representantes y del Senado,
insistió Hoyer, y aprobar una propuesta final mediante el proceso
legislativo normal.