Controvertida lucha contra el terrorismo
El hecho es que Estados Unidos ha sido el blanco preferido por aquellos que perturban el orden social y aunque la gran mayoría estos actos han sido cometidos en suelo extranjero, el 47 por ciento de ellos fueron contra ciudadanos o propiedades de Estados Unidos, según datos del Departamento del Estado.
Por ello los candidatos demócratas y republicanos han retomado el tema en sus discursos, desde posturas antibélicas hasta las más radicales.
El terrorismo y los demócratas
Si bien el enfoque que en días anteriores han mostrado los demócratas ha sido el adecuado para que la gente confíe en ellos, Hillary, la demócrata con más posibilidades de llegar a la presidencia, admite que la seguridad nacional es un punto en el cuál debe mejorar si su aspiración es llegar a la casa Blanca.
Ante las constantes críticas por su voto a favor de la guerra, ella admite que como senadora por Nueva York "he visto de primera mano los terribles daños que pueden infligirle a nuestro país una pequeña pandilla de terroristas", además ha admitido que "estamos más seguros que antes".
Para el senador de Illinois, Barack Obama, quien siempre ha difundido su oposición a la decisión tomada entonces de ir a la guerra, el problema radica en la falta de acercamiento entre las naciones.
"Vivimos en un mundo más peligroso en parte como consecuencia de las acciones de este presidente", además ha indicado que "la guerra que mantiene el gobierno estadounidense en Irak ha generado resistencia a los esfuerzos para erradicar al terrorismo", afirma Obama.
Por su parte, el ex senador por Carolina del Norte, John Edwards, ha calificado la guerra mundial del presidente Bush contra el terrorismo de eslogan político. "Sólo una frase, eso es todo lo que es", declaró en uno de los debates contra sus contendientes demócratas, y ha declarado reiteradas veces que se equivocó al apoyar a la guerra desde un principio.
El representante Dennis Kucinich cree que la guerra en Irak no debería ser achacada únicamente a Bush, sino al Congreso que la autorizó. "Los soldados estadounidenses jamás debieron haber sido enviados allá desde el principio. En vez de discutir fechas de retiro de tropas y fijar límites de fondos, el Congreso, dominado por los demócratas debería decir no hay dinero, se acabó la guerra", se le escuchó decir en un discurso.
Rudy Giuliani, el ex alcalde de Nueva York que tuvo que lidiar con las réplicas de los ataques del 11 de septiembre y que ahora lidera los sondeos nacionales de la contienda republicana por la candidatura presidencial en el 2008, ha demostrado una severa postura en torno al terrorismo y un apoyo a la política bélica del presidente Bush.
Sin embargo parece que el temor al terrorismo ya no está dando frutos electorales a los republicanos, según las encuestas.
El 53 por ciento de los estadounidenses prefiere que los demócratas recobren el control del Congreso en las elecciones de noviembre, incluido un 10 por ciento de los republicanos, según una encuesta divulgada por la revista Newsweek.
Según la encuesta aplicada, un 58 por ciento de la población opina que el gobierno de Bush engañó a la opinión pública para justificar la guerra en Irak, en comparación con el 36 por ciento que piensa lo contrario.
El senador John McCain, cuya campaña ha tenido un tropiezo debido a su apoyo a la impopular guerra en Irak, pareció estar más de lado de Hillary Clinton cuando sostuvo que sería ingenuo atacar a Pakistán "sin pensarlo bien".
"¿Qué pasaría si un Gobierno islámico radical asume el poder debido a que lo impulsamos con un ataque?," preguntó en un debate.
Para el próximo presidente de la nación este tema será de vital importancia ante el electorado estadounidense, junto a otros temas como el rumbo de la economía y la salud pública.