Niños insomnes, niños obesos
Según un informe de la revista "Archives of Disease in Childhood" (Archivos de las enfermedades en los niños), la falta de sueño puede ser una nueva causa de la creciente epidemia de obesidad infantil.
Shahrad Taheri, investigador del Instituto Wellcome de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, explica que la mayor causa del problema es el creciente acceso a computadoras, teléfonos celulares y juegos electrónicos. Los niños se distraen, se sobreexcitan y se duermen muy tarde por la noche.
Cuanto menos tiempo duerme un niño, dice la investigación, mayores son las alteraciones de su metabolismo, lo cual aumenta la obesidad, la resistencia a la insulina y el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Otras investigaciones han señalado que los niveles de leptina, una hormona producida por los tejidos grasos cuando la energía es baja, era un 15 por ciento menor en niños o adolescentes que duermen cinco horas en comparación con aquellos que duermen al menos ocho.
De la misma forma, una hormona secretada por el estómago para transmitir la sensación de hambre era mayor en casi un 15 por ciento en aquellos que sólo duermen cinco horas.
El problema se ha convertido en un círculo vicioso: la falta de sueño produce fatiga, lo cual reduce la actividad física, lo que induce un menor gasto de energía, insomnio y obesidad.
"La hora del sueño es muy importante, crítica para el desarrollo cerebral y para los ciclos hormonales. Los padres se han relajado en cuanto a las normas para que un niño descanse", señala la doctora Vicki Panaccione, fundadora del Better Parenting Institute (Instituto para ser mejores padres).
Por eso, lo primordial es que adquieran algunos hábitos saludables. Por ejemplo, debes intentar que se duerman y se despierten siempre a la misma hora, aunque sea fin de semana. El doctor Robert Fayle, especialista en neurología, asegura que estas rutinas son fundamentales.
Según Fayle, es importante que los chicos hagan actividad física durante el día, que no tomen siestas a cualquier hora y que tengan una habitación silenciosa y confortable. Nada de estímulos, peleas y conflictos por la noche.
Para empezar, destierra ya ese hábito de ver televisión a cualquier hora. La pediatra Cynthia Wachtler afirma que es nocivo para un buen descanso: en vez de poner a tus hijos frente a la pantalla, debes procurar que se muevan más durante el día y que gasten energía. De lo contrario, estarás alimentando el círculo vicioso.
Pero además, hay cosas que debes hacer y otras que nunca debes hacer. Toma nota si no quieres que tu hijo termine sufriendo los problemas derivados del sedentarismo y la obesidad:
Debes:
Establece un ritual. Que hagan lo mismo a determinada hora: bañarse, lavarse los dientes, ir a su habitación. "Puede ser un baño después de la cena, o un pequeño snack antes de ir a la cama", dice John Schuen, pediatra del Helen DeVos Children Hospital.
Dialoga con él. Merilee Kern, fundadora Healthy Kids' Catalog y autora del libro "It's Not Your Fault That You're Overweight" (No es tu culpa si tienes sobrepeso), afirma que debes hablar con tus hijos para ver si hay algo que les preocupe. Tienen que irse a la cama despejados y sin preocupaciones.
Léele un cuento. Tómate tu tiempo, y en vez de ponerlo frente a la televisión, cuéntale una historia con voz monótona y suave. Kern explica que esta es la forma de bajar las revoluciones.
Asegúrate de que tenga una cama cómoda. De nada sirve que trates de inculcarle el sueño, dice Kern, si duerme en un colchón que no es apropiado. Debe ser duro y conservar en buena postura la columna y el cuello.
Cuida tus hábitos de sueño. April Massini, especialista en relaciones de familia y pareja, asegura que no sirve de nada que intentes inculcar buenos hábitos en tu hijo si tú no los tienes. Ordénate e intenta descansar como ellos. Mantén la casa en silencio.
No debes:
Dejarlo con videojuegos, celular y televisión. Media hora antes de que se vayan a dormir, olvídate de la tecnología. La doctora Vicki Panaccione dice que los aparatos deben apagarse para que tus chicos se relajen.
No les des bebidas y chocolate. El chocolate es estimulante y la cafeína de algunas gaseosas desvela, explica el doctor Robert Fayle.
Dejarlo dormir en otra parte. Nada de quedarse dormidos en los sillones o en la cama de los padres. A cierta hora debes procurar que se vayan a su propia cama y que se relajen allí.
No discutas ni alces la voz cuando llega la noche. Deben respirar un ambiente calmado y tranquilo, apropiado para el descanso.
Recuerda que, como explican los especialistas, el sueño no es sólo cuestión de descanso. También influye en el desarrollo hormonal y en la salud cardiovascular que tendrá tu hijo en el futuro.