Bomberos de Roma lograron rescatar este lunes a un trabajador de entre los escombros de una torre medieval que se había derrumbado parcialmente durante unas obras de renovación, pero la alegría duró poco.
El complicado rescate de un hombre tras el derrumbe de una torre medieval en Roma: murió poco después
Las esperanzas se desvanecieron cuando un trabajador dedicado a las obras de renovación de la Torre dei Conti y que había quedado atrapado falleció en el hospital tras ser rescatado.
El hombre no resistió el trauma sufrido y, poco después, falleció.
“Expreso mi más sentido pésame, en nombre propio y del gobierno, por la trágica pérdida de Octay Stroici, el trabajador que falleció en el derrumbe de la Torre dei Conti en Roma”, declaró la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
“Acompañamos en el sentimiento a su familia y compañeros en estos momentos de indescriptible sufrimiento”, agregó en un comunicado.
Las imágenes emitidas por medios locales mostraron a tres rescatistas subiendo al hombre a una escalera telescópica, descendiendo después y trasladándolo en camilla a una ambulancia.
Su estado no se conoció de inmediato, pero Adriano De Acutis, jefe de bomberos de Roma, declaró inicialmente en la cadena estatal RAI que estaba consciente.
"Dado que su estado parecía grave, lo evaluaron y fue trasladado de inmediato al hospital", declaró en ese momento Lamberto Giannini, prefecto de Roma, a la prensa.
Complicado rescate durante horas
Los rescatistas se enfrentaron a una tarea compleja al intentar llegar al trabajador, quien estaba atrapado a través de una ventana del primer piso.
Sin embargo, se vieron obligados a retroceder entre una nube de escombros a medida que la estructura seguía cediendo.
Otro intento de acceso mediante dos escaleras también se abortó, y en su lugar se utilizó un dron.
Al caer la noche, los bomberos, subidos a una grúa, utilizaron enormes mangueras para extraer los escombros de la ventana del segundo piso. Continuaron las labores hasta altas horas de la noche.
"La operación se prolongó mucho porque cada vez que se liberaba una parte del cuerpo, aparecía más escombro que la cubría", explicó Giannini.
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, había declarado previamente que el trabajador hablaba con los rescatistas y utilizaba una mascarilla de oxígeno.
Aseguró que los rescatistas trabajaban con extrema precaución en "una operación de extracción muy delicada" para evitar nuevos derrumbes.
Tres trabajadores fueron rescatados ilesos tras el incidente inicial registrado al mediodía, según informó el portavoz de los bomberos, Luca Cari.
Otro trabajador, de 64 años, fue hospitalizado en estado crítico. La RAI informó que se encontraba consciente y que había sufrido una fractura de nariz.
Ningún bombero resultó herido durante la operación posterior.
Una torre construida originalmente en el siglo XIII
La Torre dei Conti fue construida en el siglo XIII por el papa Inocencio III como residencia para su familia. La torre sufrió daños en un terremoto ocurrido en 1349 y posteriormente se derrumbó en el siglo XVII.
Cientos de turistas se habían congregado para observar cómo los bomberos utilizaban una escalera móvil para subir una camilla al nivel superior de la torre durante el primer intento de rescate.
Pero, de repente, otra parte de la estructura se derrumbó, levantando una nube de escombros y obligando a los bomberos a descender rápidamente.
El primer derrumbe afectó al contrafuerte central del lado sur de la estructura y provocó el derrumbe de una base inclinada subyacente. El segundo dañó parte de la escalera y el techo, según informaron funcionarios de patrimonio cultural en un comunicado.
Queen Paglinawan, de 27 años, atendía a un cliente en una heladería cercana cuando la torre comenzó a derrumbarse.
“Estaba trabajando cuando oí algo caer y vi cómo la torre se derrumbaba en diagonal”, declaró Paglinawan a la agencia AP mientras caían más escombros.
La torre, cerrada desde 2007, está siendo restaurada con un presupuesto de casi $8 millones, que incluye trabajos de conservación, la instalación de sistemas eléctricos, de iluminación y de agua, y un nuevo museo dedicado a las fases más recientes del Foro Imperial Romano, según informaron las autoridades.
Antes de que comenzara la última fase en junio, se realizaron estudios estructurales y pruebas de carga “para verificar la estabilidad de la estructura, lo que confirmó las condiciones de seguridad necesarias” para proceder con los trabajos, incluida la retirada de amianto, explicaron las autoridades. Los trabajos actuales, con un coste de 400,000 euros ($460.000) estaban prácticamente terminados.
La fiscalía italiana llegó al lugar mientras se desarrollaban las labores de rescate e investigaba posibles cargos por negligencia grave y lesiones por negligencia, según informaron medios italianos.
En Italia, es común que las investigaciones comiencen mientras el suceso está en curso y antes de que se identifiquen posibles sospechosos.
Viktoria Braeu, una estudiante alemana, acababa de terminar una visita al cercano Coliseo y pasaba por el lugar durante el primer intento de rescate de los bomberos.
“Y entonces pensamos: ‘Probablemente, no tardará en derrumbarse’, y entonces empezó a erupcionar”, contó la joven de 18 años.
El lunes por la mañana, la primera ministra Meloni había expresado su esperanza de que el rescate fuera exitoso.
“Mis pensamientos y mi más sentido pésame están con la persona que lucha por su vida bajo los escombros y con su familia, por quienes espero sinceramente que esta tragedia tenga un desenlace positivo”, declaró.
“Quisiera agradecer a todos los agentes del orden, bomberos y rescatistas que están interviniendo con valentía, profesionalismo y dedicación en esta situación extremadamente difícil”, concluyó.
