Una inmensa nube de ‘mosquitos ciegos’ molesta a los residentes y viajantes de las vías cercanas al Lago Porchartrianm, al norte de Nueva Orleans, Louisiana. El agua dulce del Mississippi se desvía al lago a mediados de cada año impulsando la reproducción de estos insectos que no pican ni transmiten enfermedades, pero son tantos que pueden dejar a los conductores a ciegas.