La madre de las tres niñas salvadoreñas rescatadas por las autoridades mexicanas después de que fueran abandonadas por un coyote en la frontera con EEUU contó que para reunirse con sus hijas debe entregarse a migración de México para que las cuatro sean deportadas.
Niñas salvadoreñas abandonadas por un coyote en un islote del río Bravo podrían ser deportadas
Desde la localidad mexicana de Piedras Negras, Julia Aquino le contó a un equipo de Univisión que, para poder reunirse con sus hijas, la Fiscalía la había remitido a migración, institución que tiene previsto deportarlas a las cuatro. Ella teme por la seguridad de su familia en El Salvador.

Frente a las oficinas de la Fiscalía General en la norteña localidad fronteriza de Piedras Negras, México, Julia Aquino le contó a un equipo de Univisión que la habían remitido a migración y que ya se había decidido retornarlas a El Salvador.
“Es bien difícil, frustración, tristeza, dolor”, dijo sentir la joven madre de las hermanas de 9, 6 y 1 año que fueron rescatadas de un islote del río Bravo por funcionarios Mexicanos.
Aquino aseguró que corre peligro si la envían a su país ya que una de sus hijas fue abusada por un miembro de su familia que está en prisión pero que pronto quedará en libertad.
“Tengo temor que esa persona salga y tenga represalias contra ella, contra mí o mis otras hijas… que vean que no puedo estar en mi país”, dijo entre lágrimas.
El caso de las niñas saltó a los titulares la semana pasada, cuando la Secretaría de Gobernación de México reportó que habían sido rescatadas de la Isla del Mudo, un islote en el río Bravo, entre Piedras Negras e Eagle Pass.
Los funcionarios mexicanos llegaron en un aerobote y sacaron a las hermanas, que habían sido abandonas por un coyote en el lugar.
La madre contó que había adelantado $2,000 de los $9,000 que le pidió el coyote por entregar a sus hijas a las autoridades estadounidenses mientras ella también entraba al país por separado.
Le habían dicho que lo mejor era que se presentaran ante las autorides migratorias estadounidenses por separado.
Según relata, su esposo murió hace cuatro años en México cuando trataba de llegar a Estados Unidos después de recibir amenazas de las pandillas salvadoreñas y ahora ella también se vio obligada a huir.
Según dijo desde Piedras Negras la reportera de Univision Katarina Garza, Aquino buscará evitar la deportación a toda costa, aunque su destino está en manos de la Justicia mexicana.
La abuela paterna reside en Texas, donde quiere recibirlas. “Por favor, a cualquier institución que esté mediando, le pido que nos ayuden a que las niñas ingresen a este país, aquí está una familia que las espera”, dijo la semana pasada desde EEUU.


















