Inmigración
Fotos: Una caravana de historias subidas a 'La Bestia'
Verónica G. Cárdenas fotografió la vida a bordo del sistema de trenes en el que hombres, mujeres y niños de Centroamérica avanzan juntos en su ruta de unos 20 días a través de México. Viajan sin pagar, pero se arriesgan a ser secuestrados, violados y heridos. Algunos de ellos empezarán de nuevo en México; otros irán más al norte a la búsqueda de asilo en Estados Unidos.

José, de 30 años, lleva en brazos a Mateo, su hijo de un año, mientras llegan a Mazatlán, en la costa oeste de México. Serían separados y llevados a dos centros de detención en estados diferentes después de entregarse en la frontera, en San Ysidro, California, el 10 de noviembre de 2017.
Verónica G. Cárdenas/The Guardian
José baja de 'La Bestia', con su otro hijo Brandon, de cuatro años, en dirección a Tijuana.
Verónica G. Cardenas/The Guardian
Andrea, de 14 años, se peina. Un hombre que vive cerca de las vías del tren ofreció su casa para que los miembros de la caravana se bañaran durante una parada corta del tren.
Verónica G. Cardenas/The Guardian
Bryan duerme en el tren después de pasar una fría noche en el Estado de México.
Verónica G. Cárdenas/The Guardian
Estela, de 30 años, se depila las piernas en una iglesia de Mazatlán después de viajar por tres días en el tren.
Verónica G. Cárdenas/The Guardian
Celenia y Joel se conocieron en su travesía por México. Antes que eso, Celenia había estado viajando con su marido. Después de varios desencuentros durante tantas millas caminadas, su marido decidió volverse y que ella continuara sola. Cuando Joel escuchó su historia, decidieron darse compañìa uno al otro.
Verónica G. Cárdenas/The Guardian
Celenia descansa después de unirse a la caravana en Guadalajara, México.
Verónica G. Cárdenas/The Guardian
Luis, de 13 años, es un menor no acompañado. Salió de Honduras hace aproximadamente un año. Empezó a consumir drogas a los seis y ahora gana dinero para tan solo cubrir su adicción. Planea pedir asilo en Estados Unidos para trabajar y ganar suficiente dinero para volver a Honduras y apoyar a su madre y hermanos.
Verónica G. Cárdenas/The Guardian
Andrés, de ocho años, viaja en 'La Bestia' con su madre y sus tres hermanos. Como su hermano cumplió 18 años cruzando México, su madre decidió no pedir asilo en Estados Unidos. Si hubieran optado por esa opción, su hermano debería haber seguido un proceso migratorio separado, poniendo a la familia en riesgo de separación. Empezarán una nueva vida en México. Volver a su país no es una opción.
Verónica G. Cárdenas/The Guardian
Keyri, de un año, se despierta tras ir en tren toda la noche. "En nuestro país estamos simplemente esperando la muerte. Tres de mis hermanos han sido asesinados", dice su madre.
Verónica G. Cárdenas/The Guardian
Migrantes centroamericanos llevan protección en su travesía por México como caravana de refugiados. De esta manera, las autoridades mexicanas saben quiénes son y les permiten seguir libremente con su ruta.
Verónica G Cardenas/The GuardianRelacionados: