Por Brendan Smialowski / AFP
Bahameños que lo perdieron todo tras el paso del devastador huracán Dorian lograron salir este sábado de Ábaco, una las islas más afectadas, donde la tormenta dejó al menos 43 muertos; una cifra que las autoridades esperan aumente "significativamente".
Aviones, helicópteros y barcos tanto privados como gubernamentales, e incluso cruceros, convergían en las terriblemente maltratadas islas para ayudar con las evacuaciones, tanto hacia la capital bahameña de Nassau como a Estados Unidos.
En el pequeño aeropuerto de Marsh Harbour, destruido en parte por Dorian pero con la pista aún transitable, cientos de personas aguardaban este sábado para volar a Nassau.
"Ha pasado casi una semana, la gente no tiene comida ni agua. Los cuerpos siguen tirados, no es saludable quedarse aquí", dijo a la AFP Chamika Durosier, quien salió a respirar aire fuera del aeropuerto para escapar del mal olor de los inodoros, que no pueden descargar por falta de agua.
Una multitud aguarda en el puerto Marsh Harbor, de la isla Abaco, para abordar un ferry hacia Nassau.
Imagen Fernando Llano/AP
"Algunos duermen aquí tres o cuatro días ya que la cantidad de lugar en los aviones es limitada", prosiguió, aún conmocionada por el impacto del huracán que derrumbó el techo de su casa sobre ella y su hija.
En Freeport, miles de personas hacían fila en el puerto con la esperanza de abordar un barco de la línea de cruceros Paradise que ofrecía pasajes gratuitos a Florida.
El primer ministro Hubert Minnis confirmó la cifra de 43 fallecidos, precisando que 35 murieron en las islas Ábaco y otros ocho en Gran Bahama.
Con muchos desaparecidos, "se espera que este número aumente de manera significativa", advirtió su portavoz Erica Wells Cox.
El ministro de Salud, Duane Sands, había dicho que la eventual cifra final de muertos será "impactante".
"Cientos y hasta miles de personas, literalmente, están desaparecidas aún", dijo a CNN Joy Jibrilu, director general del Ministerio para el Turismo y la Aviación de Bahamas.