El 28 de enero de 1986 el transbordador espacial Challenger explotó a los pocos segundos de haber despegado. La transmisión en vivo del lanzamiento la vieron millones de estadounidenses, atraídos porque era la primera vez que una misión espacial incluía a un civil, la maestra Sharon Christa McAuliffe, quien fue entrenada especialmente para viajar con los astronautas de la NASA.