EU defiende programa de repatriaciones
Bill Strassberger, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), señaló que el objetivo del PLR es salvar la vida de los indocumentados que cruzan por el desierto de Arizona.
"El programa será completamente voluntario y brindará una opción a los inmigrantes que desean regresar a sus hogares", dijo Strassberger a la agencia española de Noticias, Efe.
La semana pasada el senador John Cornyn (republicano de Texas) aseguró que el plan ya fue aprobado por el subsecretario del DHS, Asa Hutchinson.
Strassberger también dijo que el plan de expulsiones tendrá un costo aproximado de 13 millones de dólares, comenzará la semana próxima y se extenderá hasta el 30 de septiembre.
Sólo 300 diarios
Los mexicanos que serán deportados, cuya cifra se estima en 300 al día (durante la temporada de verano), serán llevados a México en aviones comerciales mexicanos que serán arrendados y pagados por el gobierno de Washington.
A diferencia del año pasado, cuando el PLR fue activado temporalmente para medir su nivel de efectividad, los indocumentados detenidos por la Patrulla Fronteriza no serán trasladados a Texas para su deportación, sino que se utilizará el aeropuerto internacional de la ciudad de Tucson para este propósito.
El DHS precisó que los indocumentados partirán de Tucson hacia los aeropuertos de Ciudad de México y Guadalajara, donde los esperarán autobuses para llevarlos hasta sus lugares de origen.
Raymundo Cárdenas, senador por Zacatecas del Partido de Revolución Democrática (PRD), uno de los estados de donde procede la mayoría de inmigrantes mexicanos, dijo la semana pasada que la propuesta de repatriación está diseñada para abordar la preocupación de Estados Unidos sobre la seguridad y no hace mucho por ayudarlos.
"Les costará más volver a regresar a la frontera", comentó el parlamentario. "La gente no muere cuando regresa, mueren cuando parten. Me parece que este programa no trata de evitar muertes".
A su vez Claudia Smith, directora del Proyecto Fronterizo de San Diego, California, reiteró que "el acuerdo para la repatriación de inmigrantes al interior de México, en lugar de a una ciudad fronteriza, suscita serias interrogantes".
"Es algo que se ha intentado varias veces (...) No se puede sustentar que las repatriaciones al interior de México logren que los inmigrantes desistan de cruzar la frontera nuevamente", agregó.
José Mena, dirigente de una coalición de grupos comunitarios en Baja California, México, dijo que el plan de repatriaciones aumentará la "presión inmigratoria" en la frontera.
El dirigente advirtió que los inmigrantes que cruzan a Estados Unidos "utilizarán rutas cada vez más remotas y peligrosas".
Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, teme que los indocumentados sean trasladados con engaños. "Al fin y al cabo este programa no resolverá nada a favor de los inmigrantes", sostuvo.
Agregó que tanto el gobierno de México como organizaciones locales deben estar muy pendientes de la manera en que los agentes de inmigración plantean la repatriación a los inmigrantes, ya que podrían confundirlos y hacerles creer que es la única opción que tienen.
El gobierno estadounidense estima que 40 por ciento de los indocumentados que cruzan la frontera ilegalmente lo hacen a través del desierto de Arizona, mientras que la Patrulla Fronteriza del sector de Tucson asegura que diariamente se arrestan 1.000 indocumentados en promedio, sólo en el área de Douglas.
El DHS reiteró el lunes que sólo se deportarán los hombres mayores de 18 años que viajen solos y sin antecedentes penales que acepten de manera voluntaria regresar a México.
"De ninguna manera serán deportadas familias que viajan juntas o aquellos que no acepten participar de manera voluntaria en el programa", indicó Strassberger.
El vocero aseguró que los representantes de los consulados mexicanos tendrán acceso a los indocumentados repatriados todo el tiempo, incluso a bordo de los aviones que los llevarán al interior de la república mexicana.
También dijo que a los inmigrantes se les informará sobre sus derechos al momento de ser detenidos.
Funcionarios del DHS y de la Cancillería de México han asegurado que el plan sólo protegerá a inmigrantes que cruzan entre el estado de Sonora y Arizona, bajo la suposición de que volverán a cruzar si son dejados en la frontera sin medios para volver a casa.
Los emigrantes que sean capturados en otros lugares serán deportados a ciudades fronterizas de México.
En los últimos 10 años han muerto más de 2,600 inmigrantes en el intento por entrar a Estados Unidos. "El uso de rutas cada vez más aisladas a causa del aumento de la seguridad por parte de Estados Unidos pone en serio peligro la vida de las personas", subrayó Smith.