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Discovery, listo para su crucial misión

La NASA intentará el martes, si el clima lo permite, lanzar el trasbordador Discovery, casi dos semanas después de aplazar un primer intento.
26 Jul 2005 – 12:00 AM EDT
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NASA indicó el lunes que está dispuesta a disminuir sus propias normas de seguridad para lanzar el transbordador, inclusive si la nave continúa con el mismo problema de sus medidores de combustible.

Discovery, con su tripulación de siete astronautas, están pautados a despegar rumbo a la Estación Espacial Internacional a las 10:39 a.m. locales (14:39 GMT). El pronóstico del tiempo dijo temprano que las probabilidades de buenas condiciones para un lanzamiento eran de 80 por ciento.

La misión del Discovery, la número 114 del programa de los transbordadores espaciales desde 1981, es la primera desde febrero de 2003, cuando NASA suspendió los vuelos por el accidente del Columbia que se desintegró al regresar a la Tierra tras completar una misión de 16 días en órbita. Los siete tripulantes que iban a bordo murieron instantáneamente.

NASA ha gastado en los últimos dos años y medio más de 1,400 millones de dólares en la investigación de la catástrofe del Columbia y en las modificaciones de procedimientos y cambios técnicos en el Discovery para hacer más seguras estas misiones.

El sensor que hace dos semanas frustró el lanzamiento del Discovery es uno de cuatro dispositivos de seguridad diseñados para transmitir información a las computadoras de la nave sobre el nivel de hidrógeno restante en el tanque principal, para determinar cuándo se deben apagar los motores durante el lanzamiento al espacio.

Expertos de NASA aseguran que para realizar un despegue, sólo se necesitan dos sensores. Pero desde el accidente del transbordador Challenger en 1986 y la reanudación de las misiones espaciales en 1988, la NASA decretó que los cuatro tienen que estar funcionando para un lanzamiento.

Esta madrugada, Discovery fue alimentado con 2.02 millones litros (535 mil galones) de hidrógeno y oxígeno superrefrigerados, y todo parecía estar en orden.

La agencia espacial monitoreó el sistema a lo largo de las tres horas del proceso de abastecimiento, y planeaba realizar otras dos pruebas para asegurarse de que los sensores funcionan correctamente.

"Todos funcionó como se esperaba", dijo la comentarista de la NASA, Jessica Rye, luego del primer examen.

NASA dijo que tenía toda la documentación lista para el caso de que los problemas con un sensor reapareciesen y los gerentes de la agencia espacial decidiesen proseguir con el lanzamiento con sólo tres de los cuatro sensores funcionando, una desviación de una norma establecida tras la explosión del Challenger en 1986.

"Realmente, es un riesgo sumamente bajo", manifestó Michael Griffin, el administrador de la NASA a la Associated Press durante una entrevista. "Este problema es un riesgo aceptable".

Tras realizar cientos de pruebas y revisiones al Discovery, los ingenieros de NASA no pudieron determinar por qué uno de los cuatro sensores de hidrógeno en el gran tanque de combustible externo dio información falsa el 13 de julio, a menos de dos horas del lanzamiento.

El problema obligó a la NASA a cancelar el vuelo en momentos en que los astronautas estaban abordando el Discovery.

La misión del Discovery durará 12 días y debe llevar 12 toneladas de suministros, equipos y repuestos para el ruso Sergei Krikalev y el estadounidense John Phillips, los dos residentes actuales de la Estación Espacial Internacional Alfa, que orbita sobre a unas 245 millas (395 kilómetros).

"Todos están muy entusiasmados y ansiosos por la partida", expresó el astronauta John "Danny" Olivas, quien irá en una misión similar en 2006.

Entre los equipos que el Discovery transportará a la Estación Espacial Internacional figuran un giroscopio y el módulo de logística multiuso Rafaello, construido por la Agencia Espacial de Italia.

Este es un módulo presurizado que sirve como "camioneta de mudanzas" para el traslado de equipos y suministros entre el transbordador y la estación orbital.

La misión de Discovery incluirá al menos tres caminatas espaciales para instalar equipos exteriores en la Estación Espacial Internacional, y probarán técnicas para reparar la nave en órbita.

Cuando Discovery finalmente despegue, en los primeros ocho minutos y medio del lanzamiento, la nave acelerará de cero a casi 17,500 mph (27,500 km/h) la velocidad necesaria para salir de la gravedad de la Tierra.

En esos minutos los dos cohetes propulsores quemarán los 1.8 millones de litros de oxígeno e hidrógeno licuados que lleva el tanque de aluminio, con paredes de 25 milímetros de espesor y la altura de un edificio de 15 pisos.

El estallido del tanque de combustible causó, en 1986, la destrucción del transbordador Challenger y la muerte de sus siete tripulantes, 73 segundos después de su lanzamiento, en la primera de las dos tragedias en 113 misiones de transbordadores espaciales.

En 2003, un trozo de material aislante desprendido del tanque de combustible del Columbia en el despegue dañó la cubierta térmica, lo que hizo estallar al transbordador cuando la raja permitió la irrupción de gases incendiados al reingresar a la atmósfera al final de una misión científica de 16 días.

Por lo que la NASA ha introducido más de 300 innovaciones en todos los sistemas, incluido el rediseño y acondicionamiento de los tanques externos para reducir el riesgo de congelación durante el despegue.

Los siete astronautas que integran la tripulación del Discovery llegaron temprano este martes a la plataforma de lanzamiento para prepararse para el despegue del transbordador.

Los siete tripulantes, entre ellos un japonés y un australiano, llegaron a la plataforma vestidos con sus trajes espaciales anaranjados y se aprestaban a colocarse los paracaídas, oxígeno de emergencia y una serie de artefactos de sofisticada tecnología.

Los empleados de la NASA vivaron a los tripulantes, comandados por Eileen Collins, cuando los siete astronautas abordaban el bus color plateado que los llevó hacia la plataforma tres horas y 20 minutos antes de la hora prevista del lanzamiento.

Los astronautas sonrieron y saludaron bajo una andanada de flashes mientras un brillante sol rojizo asomaba en el cielo claro, augurando buenas condiciones para el despegue desde Centro Espacial Kennedy (Florida, sudeste).

Un helicóptero de la NASA y fuerzas de seguridad en tierra escoltaron a los tripulantes durante el trayecto de 15 minutos hasta la plataforma de lanzamiento.

Antes del amanecer, los astronautas fueron sometidos a los últimos chequeos médicos.

Bajo las órdenes de Eileen Collins, la primera mujer en comandar un transbordador espacial, la tripulación de siete astronautas (entre ellos un japonés y un australiano), tendrá por misión probar las modificaciones y procedimientos de vuelo destinados a evitar que se repita un accidente como el del Columbia.

La comandante Collins, de 48 años, casada y madre de dos hijos, es una veterana piloto de la Fuerza Aérea que participó en la invasión de Grenada en 1983 y quien ha confesado que le asustan las "montañas rusas". Ha participado en otras tres misiones del transbordador.

El piloto James Kelly, de 41 años, casado y padre de cuatro hijos, tendrá a su cargo algunas de las fases cruciales de la misión, como la aproximación a la estación espacial Alfa.

La especialista de misión Wendy Lawrence, de 46 años, ha descendido con helicópteros en portaaviones más de 800 veces.

Charles Camarda, de 43 años, casado, padre de cuatro hijos, y creador de siete invenciones patentadas, comparte las tareas de especialista de misión con Andrew Thomas, de 53, nacido en Australia y casado con la astronauta Shannon Walker.

Soichi Noguchi, de 39 años, padre de tres hijos, y Steve Robinson, de 49, tendrán a su cargo las tareas afuera del transbordador y quienes, si hubiese necesidad de reparaciones en una emergencia, saldrán de la nave como "albañiles espaciales".

En la actualidad la NASA trabaja en el diseño de nuevos transbordadores modernos y seguros, los que serán usados en una variedad de misiones espaciales.

El público de Estados Unidos está aparentemente muy a favor de este programa espacial. Según un sondeo de Gallup publicado el lunes, 77 por ciento de los estadounidenses aprueban los objetivos que el presidente George W. Bush formuló en enero de 2004.

Entre estos objetivos figuran el retorno del hombre a la Luna antes de 2020, una misión habitada a Marte y una exploración generalizada del Sistema Solar y más allá con sondas robotizadas.

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