Fotos: el metro que llega con 90 años de retraso a Nueva York
Es la mayor expansión del metro neoyorquino en medio siglo. El nuevo tramo, que da servicio al Upper East Side, es una prolongación de la Q por la Segunda Avenida de Manhattan, entre las calles 63 y 96.
Hay solamente tres nuevas estaciones: en las calles 72, 86 y 96. Son tan nuevas que los pasajeros celebran que todavía no haya ratas ni mal olor. Es el primer tramo de una línea que debería llegar más al norte de Manhattan, a la arteria de Harlem, la 125. En la imagen, niños saludan por la ventana del tren en la estación de la calle 86.
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Pasajeros (y curiosos) caminan por la nueva estación abierta
en la calle 86, con la Segunda Avenida. La ruta es una pequeña
prolongación de la línea Q (la de color amarillo), que conecta desde este 1 de enero el Upper East Side de Manhattan con Coney Island en Brooklyn.
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Una entrada de la estación en la calle 96, inaugurada este 1 de enero de 2017. La ampliación de tres paradas costó
4,400 millones de dólares y la segunda fase hasta Harlem se calcula que requerirá 6,000 millones más.
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La primera propuesta de este tramo en Manhattan asciende a la década de 1920, pero la Gran Depresión paralizó el proyecto. La apertura de las primeras tres estaciones supone una victoria para los vecinos de la zona, que llevan años soportando las obras de construcción. Los propietarios ahora confían en que ayude a revalorizar el precio de sus viviendas; los arrendados sufren por si sube el precio de su alquiler.
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La estación de la calle 96 este domingo. La nueva línea se irá ampliando con el paso de los años hasta alcanzar un total de 16 estaciones y conectar desde la calle 125, en Harlem, hasta la calle Hanover, en el corazón del distrito financiero.
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El grupo The Sunnyside Social Club actúa durante la fiesta de fin de año para dar la bienvenida al nuevo tramo de metro. Dará servicio diario a unas 200,000 usuarios, según datos de las autoridades locales, que esperan que contribuya a descongestionar la línea que discurre por la avenida Lexington, la más saturada del metro neoyorquino.