El beso, esa expresión física prácticamente universal entre la humanidad que denota amor, aprecio, interés y afecto, ocurre desde hace millones de años, incluso antes de los actuales humanos, considera un estudio divulgado recientemente en la revista Journal of the Human Behavior and Evolution Society.
¿Desde hace cuánto existen los besos? La ciencia tiene una teoría
Un estudio sobre comportamiento evolutivo sugiere que el primer beso ocurrió hace varios millones de años, incluso antes de la aparición de los actuales humanos, el Homo sapiens. La investigación, publicada en la revista sobre comportamiento humano Journal of the Human Behavior and Evolution Society, considera que el primer beso ocurrió entre los ancestros de los neandertales.
"El beso se observa en todo el reino animal. Esto plantea un enigma evolutivo, ya que sus beneficios adaptativos no están claros", explican los autores de la publicación Matilda Brindle, experta en Biología y Genética de la Universidad de Oxford y el University College London, Catherine F. Talbot, de la Escuela de Psicología del Instituto de Tecnología de Florida, y Stuart West, del Departamento de Biología de la Universidad de Oxford.
"Descubrimos que el beso se da en la mayoría de los grandes simios actuales y que probablemente también se daba en los neandertales (Homo neanderthalensis), evolucionando por primera vez en el ancestro de este grupo hace aproximadamente 21.5 a 16.9 millones de años", explican los científicos en su 'Enfoque comparativo de la evolución del beso'.
Los investigadores explicaron que adoptaron "un enfoque no antropocéntrico (no centrado en humanos) para definir el beso como una interacción no agonística que implica contacto oral-oral dirigido e intraespecífico, con cierto movimiento de los labios y las piezas bucales, y sin transferencia de alimento".
El estudio señala que "en primates no humanos, se ha observado el beso en la mayoría de los grandes simios y en algunos monos afro-euroasiáticos". Y también destacan que "se han observado comportamientos similares que a veces se denominan besos, pero que no cumplen con todos los criterios de nuestra definición, en una diversidad de otros organismos, incluidos mamíferos, aves, peces e incluso insectos".
El beso, un enigma en la evolución
En la descripción del beso entre humanos, el estudio expresa que hay besos platónicos y sexuales. De los primeros se describe que "adoptan muchas formas diferentes en las distintas culturas humanas y pueden incluir otras partes del cuerpo como la mejilla, la cabeza, las manos o los pies".
"Los besos en la mejilla a modo de saludo son costumbre entre hombres y mujeres en muchas partes del mundo para expresar afecto y respeto".
Sobre los sexuales, se explica que "muchas parejas complementan el simple contacto labial con el 'beso profundo'", en el que se usa la lengua.
Pero también se plantean interrogantes sobre el significado del beso: "El beso plantea un problema evolutivo, ya que no parece contribuir de forma evidente a la supervivencia o la reproducción, mientras que el riesgo potencial de transmisión de enfermedades es elevado. ¿Cuál es su beneficio o función adaptativa?".
"El beso puede ser tanto un acto cotidiano significativo como un comportamiento importante y simbólico en muchas sociedades humanas. Dado que el beso no es universal entre los humanos y probablemente esté fuertemente influenciado por la cultura", expone la investigación.
El análisis preliminar del estudio sugiere, entre otros aspectos, que "el beso es un rasgo ancestral y filogenéticamente conservado entre los grandes simios, incluyendo especies humanas extintas. Esta conclusión concuerda con la observación del beso en diversos animales".
Y, aunque advierten que hay escasez de datos comparativos, se concluye que "este artículo constituye un punto de partida para futuras investigaciones comparativas sobre la evolución del beso".
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