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Bush declaró "desastre mayor" en Texas

Dolly dejó de ser huracán, pero sus lluvias siguen castigando el sur de Texas. El ciclón causó daños materiales y dejó a miles sin electricidad.
24 Jul 2008 – 12:00 AM EDT
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La oficina de prensa de la Casa Blanca indicó que están disponibles

los fondos federales para el gobierno de Texas, los gobiernos locales y

algunas organizaciones sin fines de lucro en varios condados.La ya debilitada tormenta Dolly continuaba el jueves por la mañana,

depositando torrenciales aguaceros en partes del sur de Texas, un día

después de arremeter con toda su furia las zonas costeras del Golfo de

México, arrancando algunos techos y dejando a miles de residentes sin

energía eléctrica.El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, el miércoles degradó a Dolly de huracán de Categoría 2 a tormenta tropical, horas después de que el meteoro entrara a tierra firme con vientos sostenidos de 100 mph -160 km/h- cerca del balneario turístico de South Padre Island, en el sureste de Texas.Según las primeras estimaciones de la organización AIR Worldwide, Dolly podría ocasionar daños por $300 millones a $1,200 millones de dólares en el sector inmobiliario en Estados Unidos.El tránsito de vehículos el jueves por la mañana aumentaba gradualmente en los caminos locales, cubiertos parcialmente con escombros, mientras las personas salían de sus casas por primera vez en más de 24 horas tras las lluvias torrenciales y las ventiscas.Después que el ojo del huracán tocó tierra el miércoles en South Padre Island, una localidad turística cerca de la costa de Texas, el meteoro arrancó tejados de casas, inundó caminos y derribó cables de electricidad, pero las aguas del Río Bravo no llegaron a rebasar su cauce ni los diques de la zona, dijeron las autoridades.Se calcula que más de 27 mil usuarios quedaron sin luz, la mayoría de ellos en el Condado de Cameron, cerca de la frontera de México.El gobernador de Texas, Rick Perry, declaró 14 condados como zonas de desastre y tenía programado recorrer la región afectada por aire y tierra el jueves.Sin embargo, el peligro no ha terminado, dado que en algunas localidades del sur de Texas cables eléctricos cuelgan sobre las calles y el agua rodea varios vecindarios."A menos que sea cuestión de vida o muerte", dijo Tony Peña, coordinador de la administración de emergencia del Condado de Hidalgo, al pedirle a la población que permanezca en sus hogares.Dolly llegó acompañada de intensos aguaceros y depositó alrededor de 12 pulgadas (30 centímetros) de lluvias en porciones del sur de Texas y el nordeste de México en los próximos días. Durante su paso, el ciclón causó algunos daños, tumbó árboles y postes de energía eléctrica, y arrancó techos.Los servicios de emergencia empezaban el jueves a evaluar los daños, en tanto rescataban a personas en casas inundadas o dañadas. De hecho, contingentes de rescate de diferentes partes de Texas fueron enviados a las ciudades costeras para ayudar a posibles damnificados por Dolly.En su boletín informativo del jueves a las 8 a.m. hora del Este, el Centro Nacional de Huracanes reportó que Dolly aún tenía vientos sostenidos de 50 mph (80 km/h), y su debilitado centro de circulación se encontraba cerca de la latitud 27.2 norte, longitud 98.9 oeste, a unas 50 millas (80 kilómetros) al este-sureste de Laredo.

Dolly, el jueves por la mañana, avanzaba en dirección

oeste-noroeste a unas 7 mph (11 km/h), y se supone que continuará en

esta trayectoria llegando a la región central de México el viernes de

mañana, con vientos de unos 37 mph (60 km/h).Aunque la lluvia

registró niveles históricos en el condado de Cameron, en Brownsville,

de entre 15 y 30 centímetros (seis a 12 pulgadas), esperándose otros

7.5 a 15 centímetros (tres a siete pulgadas), no parece presentar

riesgos para las presas en el Río Bravo, como se temía hasta ahora.El río aumentó su caudal durante el curso del día, pero no llegó al nivel de inundación.Dolly,

primer huracán de la temporada en llegar al Golfo de México, hizo

aumentar las inquietudes por la posibilidad de que los diques no

pudieran contener las inundaciones.La ruptura de diques cerca de

Nueva Orleans en 2005, tras el paso del Huracán Katrina, provocó

enormes inundaciones, unos 1,500 muertos y decenas de miles de dólares

en daños.El gobernador Perry había ordenado a 1,200 reservistas

de la Guardia Nacional a que se sumen a las tareas de rescate y

evacuación en las zonas donde el embate del huracán.Los

reservistas de la Guardia Nacional, la mayoría de ellos civiles y de

varias partes de Texas, estuvieron confinados en la Base Aérea Brooke

de San Antonio, y se calcula que estarán junto a los grupos voluntarios

como la Cruz Roja por un mínimo de dos semanas en las zonas de desastre.Entre

los efectivos de ayuda en caso de emergencias hay tres equipos del

Servicio Forestal de Texas estacionados en Weslaco, al norte de

Brownsville.El Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas

envió más de 100 botes desde Corpus Christi a Brownsville para rescatar

a los damnificados.Además, 160 efectivos especializados en

rescate por aire y tierra así como asistencia y equipo para los

afectados que sufren discapacidades como sordera y ceguera están a la

disposición.

El Departamento de Transporte de Texas colocó además

en la zona costera a 50 patrullas especiales y 250 autobuses

estacionados en San Antonio para movilizar a los desplazados.La

Cruz Roja por su parte ubicó siete vehículos con equipos de emergencia

y seis camiones habilitados como refugio temporales. El Ejército de

Salvación ya envío alimentos y abrigos a su centro de distribución en

Weslaco para repartir a los afectados y víctimas en caso que sea

necesario.La Comisión de Salud Animal de Texas envío dos

camiones-refugio que estarán atentos para darle asistencia médica o

protección a mascotas o ganado.La Agencia de Educación de Texas

ordenó el cierre de todos los centros educativos en el sur del estado

que están dictando clases de verano.El paso del huracán Dolly

por la ciudad fronteriza de Matamoros, en el estado mexicano de

Tamaulipas, dejó varios barrios inundados y a 95 mil habitantes sin

energía eléctrica, informó el gobierno municipal."Actualmente de

250 mil usuarios que tiene la Comisión Federal de Electricidad (CFE),

en Matamoros existen 95 mil sin el servicio de energía eléctrica",

indicó el alcalde de Matamoros, Erick Silva Santos.El gobierno

del estado mexicano de Tamaulipas había la evacuación de 23 mil

personas que habitan en zonas de alto riesgo en los municipios costeros.Las

lluvias iniciadas en la madrugada del martes por la entrada de Dolly

provocaron inundaciones en la mayor parte de la ciudad, sitio que

empezará a liberarse del agua acumulada una vez que se restablezca el

servicio de luz se pueda activar el bombeo de aguas pluviales.El

momento más riesgoso para Matamoros ya pasó, pero ahora las lluvias

provocadas por Dolly afectan a otras poblaciones fronterizas como

Reynosa y Nuevo Laredo, donde se prevé que haya inundaciones

importantes, dijo a los medios locales el gobernador de Tamaulipas,

Eugenio Hernández Flores.Por su parte, el presidente municipal

de Nuevo Laredo, Ramón Garza Barrios, realizó varios recorridos desde

el martes, por las zonas en riesgo de inundaciones, en donde instaló

centros de mando para evacuar a las familias en caso de que sea

necesario.La llegada del huracán Dolly a las fronteras

tamaulipecas, puso en alerta a las autoridades del estado vecino de

Nuevo León para enfrentar las emergencias que se pudieran presentar.

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