La detonación de un vehículo cargado de explosivos en plena hora punta en el barrio diplomático de Kabul, la capital de Afganistán, deja un balance de cerca de 100 muertos y más de 300 heridos. El ataque se produce durante el mes del ramadán, sagrado para los musulmanes. El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, pidió la semana pasada a todos los grupos insurgentes que respetaran esta celebración y detuvieran sus acciones armadas, pero ya el pasado domingo los talibanes perpetraron un atentado con coche bomba que causó 13 muertos y 8 heridos, en su mayoría militares, en el primer día del ramadán.