El sujeto gastó lo que le quedaba en el azar pues pretendía pagar sus deudas, pero cuando vio que no tuvo suerte, la desesperación le ganó impulsándolo a cometer el terrible hecho.
El sujeto gastó lo que le quedaba en el azar pues pretendía pagar sus deudas, pero cuando vio que no tuvo suerte, la desesperación le ganó impulsándolo a cometer el terrible hecho.