Marlon Ríos no quería presentarse a su cita con ICE, pero su esposa Norel López le insistió en que tenían que ir para seguir "las reglas". Viajaron en familia desde Austin hasta el 800 de la calle Dolorosa, en San Antonio, de donde Ríos y su hijo adolescente salieron esposados, dejando a la hondureña y sus dos hijas "en manos de Dios".