SAN ANTONIO, Texas.- Sara Montoya habría cumplido 44 años en septiembre, pero murió por coronavirus en un hospital de El Paso, Texas, tras estar 44 días internada.
"Me rehuso a rendirme": esta madre murió de coronavirus, pero dejó un emotivo video con un consejo
Sara Montoya tenía esperanza de que iba a recuperarse del coronavirus. En el video que grabó pronunció sus últimas pabaras: "Con la gracia de Dios saldré caminando de este hospital, no sé cuándo, pero saldré".

Pero antes de morir, grabó un video que publicó en su Facebook. Saludó a todos sus amigos y pidió que lo compartieran sin imaginarse que esas serían sus últimas palabras.
"Hola a todos, yo sé que siempre vamos rápido a Facebook a publicar lo que hacemos, ir de fiesta, tomar, dar la vida por sentado. Fui admitida al hospital por covid-19. Nunca en mi vida imaginé que estaría luchando por mi aliento, algo que daba por sentado cada día cuando despertaba", dijo Sara con falta de aliento.
Sara ingresó al hospital el 1 de julio. Había ido antes, pero los médicos la enviaron a su casa porque no tenía síntomas de covid-19. En ese entonces, le diagnosticaron infección en la vías respiratorias. En el video ella dijo: "Pensé que era una sinusitis, y mírenme dónde estoy ahora".
Sin embargo, la salud de Sara decayó. Le comenzó a faltar el oxígeno y a tener fiebre alta.
"Esto es muy estresante, no solo para mi sino para mi familia. Yo hice todo lo mejor que pude. Solo salía para hacer lo esencial y me contagié. No vale la pena, usen sus mascarillas. No salgan si no lo necesitan. He luchado muy duro para tener la vida que tengo ahora y me rehuso a rendirme. Extraño a mis hijos, a mi esposo que está en el pasillo, pero se siente tan tan lejos", dijo la paseña.
"Me estoy cansando. Ya mismo volveré para darles una actualización de cómo sigo. Con la gracia de Dios saldré caminando de este hospital, no sé cuándo, pero saldré. Me mantendré en contacto, hablamos luego, los amo a todos".
A pocos días de haber sido ingresada en el hospital local de El Paso tuvo que ser entubada.
El 12 de julio su hija mayor, Jasmin, recibió la última llamada de su madre. El hospital la había contactado en alta voz a petición de su madre para informarle que los pulmones de Sara, su madre, habían colapsado.
"El doctor sugirió que el siguiente paso era conectarla a un respirador artificial. Automáticamente, me derrumbé y empecé a llorar. Escuchaba en el fondo a mi madre diciéndome: 'No llores, mi niña'. Esas fueron las últimas palabras que escuché de mi madre. Yo le dije: 'Vas a estar bien', mientras recuperaba el aliento".
Ahora, Jasmin espera que la historia de Sara sirva como ejemplo para las personas que piensan que por ser jóvenes o no tener condiciones de salud serias son inmunes al coronavirus.
"Creo que es importante compartir la historia de mi madre porque era muy joven. Ella no tenía condiciones subyacentes previas, y aunque realmente pensé que regresaría a casa con una máquina de oxígeno, mi familia todavía la necesitaba. Solo quiero que nuestra comunidad se tome el virus en serio. Quiero que la gente siga usando sus máscarillas, se lave las manos y solo salga de su casa cuando sea necesario", enfatizó.







